El periodista Juan Diego Alvira tuvo como invitado en su programa Sin Carreta al humorista Alejandro Riaño, creador del personaje de Juanpis González. Durante la charla, uno de los temas recurrentes fue el de la opinión de Riaño sobre Gustavo Petro y su gobierno.
En uno de esos momentos el comediante reconoció haber votado por Petro en las elecciones de 2022. “Voté por Petro y salí después a explicar por qué lo hice y no antes, porque es muy irresponsable hacer campaña por un político, precisamente porque no creo en ninguno”, expresó.
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A los pocos minutos, el comunicador le preguntó directamente si se arrepentía de haber votado por él. “Siempre nos vamos a arrepentir todos. ¿Quién puede decir que fue feliz votando por Pastrana? No sean tan… No me inventen a mí”, añadió.
El comediante bogotano recordó la oportunidad en la que invitó al hoy mandatario a su programa, cuando aun era aspirante presidencial. Riaño confesó que vivió una experiencia incómoda porque Petro tiene dificultades para ver a las personas a los ojos. También recordó que antes de la entrevista, el hoy presidente se asiló en una sala.
En ese momento de la entrevista Alvira agregó que “a mí me ha producido extrañeza eso del presidente: que tiene un ego gigantesco, pero no mira a los ojos”. De inmediato, Riaño asintió con la cabeza en señal de apoyo a las palabras del reportero.
Juan Diego Alvira ya había hablado de Petro antes: ¿Qué había dicho?
Esta no es la primera vez que el presentador se refiere a la administración actual. Sin embargo, en ocasiones anteriores se le escuchó más inclinado al apoyo que a la oposición, como cuando estuvo en La tele letal e indicó que “creo que a este man no lo han dejado gobernar... Todos los días hay un ataque diferente contra Gustavo Petro”.
Aunque en esa oportunidad quiso mostrarse independiente, sin opinar desde los extremos. “No es que lo vea perfecto. Ha cometido errores y se ha visto involucrado en escándalos terribles, como los relacionados con su hijo Nicolás y los dineros calientes de Laura Sarabia y Benedetti. Ha llegado al punto en el que yo digo, déjenlo hacer algo... no le dan ni siquiera un poco de margen”, agregó.
Después de esas declaraciones más de uno lo atacó en redes sociales por “petrista”. No obstante, insistió en desmarcarse, por lo que en su cuenta oficial de Instagram publicó un mensaje que decía lo siguiente: “En este país de fuertes fanatismos ideológicos, defender mi independencia periodística puede convertirse en una odisea. Déjenme decirles algo, mi afinidad con la izquierda o el petrismo es equivalente a la que tiene una pizza con ser considerada comida saludable”.
De hecho, resaltó su responsabilidad periodística para mantenerse en la objetividad. “Ser periodista implica ser responsable y equilibrado en mis opiniones, incluso cuando se me hacen preguntas en entrevistas”, mencionó en un video subido a sus plataformas digitales.
Por otro lado, su esposa, Ana María Escobar, es asesora del gobierno, por lo que lo señalaron de estar maniatado. Con todo, él contestó. “Si fuera por mi trabajo periodístico, a mi esposa ya la habrían despedido. Lo invito a tener pensamiento crítico, no a dejarse influenciar por lo que otros dicen y piensan. Consulte mi trabajo, vea mi programa de TV, documéntese. Y ahí sí opine con fundamentos, no luzca desinformado y manipulado”, escribió en un comentario.