En un suceso de violencia intrafamiliar, dos hermanos confrontaron a su padrastro, Juan David Caviedes, que al parecer, agredía constantemente a su pareja ( la madre de los implicados) en estado de ebriedad en el municipio de Santa Rosa de Cabal, Risaralda.
Aparentemente, la discusión escaló hasta que los jóvenes utilizaron armas blancas contra Caviedes, que luego falleció en el Hospital San Vicente de Paúl. Posteriormente, los hermanos se entregaron a las autoridades y confesaron lo ocurrido.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Según el comandante encargado de la Policía de Risaralda, coronel Andrés Ceballos, Caviedes estaba bajo los efectos del alcohol y, debido a diferencias con su pareja, la maltrató físicamente, situación que llevó a sus hijastros a intervenir de manera violenta.
“Derivado de la ingesta de bebidas embriagantes y en el marco de un altercado intrafamiliar, dos ciudadanos atacaron a su padrastro con armas cortopunzantes y le quitaron la vida”, expresó Ceballos.
Los hermanos se presentaron ante la Fiscalía 24 horas después del cerco policial, admitiendo su responsabilidad en el hecho. Actualmente, el ente investigador lleva a cabo el proceso de judicialización de los implicados, y está pendiente la decisión de un juez respecto a su posible libertad o encarcelamiento.
Fiscalía acusó a mujer víctima de violencia primero que a su agresor
Tatiana Arévalo, víctima violencia familiar y un intento de feminicidio por parte de su expareja por más de nueve meses, enfrenta un giro inesperado al ser denunciada y próxima a ser acusada de agresión. El ataque, que tuvo lugar en su hogar en Bogotá, casi le cuesta la vida en presencia de su hijo. La revictimización es el problema central que enfrenta Arévalo tras su denuncia y las subsiguientes acciones legales tomadas por su expareja, lo cual expone falencias en la perspectiva de género de las instituciones judiciales y de protección a la familia en Colombia.
El caso se complica tras denunciar a su agresor. Arévalo pasó de denunciante a denunciada, acusada injustamente por defender su vida. Con 22 días de incapacidad médica y 30 días de incapacidad laboral, la lucha de Arévalo revela una justicia que, en sus palabras, “nos mata por denunciar, no por no pedir ayuda”.
Bienestar Familiar y Fiscalía están envueltos en este proceso. La Comisaría 14 Los Mártires trató el caso como una riña y no como el intento de feminicidio que Arévalo asegura que fue. Además, su hijo, testigo del incidente, es forzado a interactuar con su padre bajo orden judicial, a pesar de sus deseos expresos de no querer verlo.
La abogada de Arévalo, Carolina Guevara, criticó el tratamiento del caso por parte de las autoridades. Guevara apunta a un déficit en la aplicación de perspectiva de género, revictimizando una vez más a la denunciante al calificarla erróneamente como agresora. El niño, directo testigo del ataque, se ve obligado a mantener contacto con quien intentó matar a su madre. Guevara ha pedido a la Fiscalía y a su actual titular, Francisco Barbosa, acelerar las investigaciones con comprensión del grave riesgo de la víctima, y que se capaciten adecuadamente en casos de violencia estructural contra la mujer.
Según datos de Medicina Legal, en los primeros 10 meses del año las cifras de violencia intrafamiliar han ido creciendo, con 53.076 casos reportados, 3.000 más que en 2022, cuando se presentaron 50.695. Las ciudades donde más se registraron fueron: Bogotá, con 11.827 casos, seguido de Medellín, Cali, Barranquilla, Villavicencio e Ibagué.