“¿Dónde está la bolita?”: así estafaban a los transeúntes con juegos tramposos en plena calle en Bogotá

La Fiscalía General de la Nación imputó cargos por concierto para delinquir y hurto calificado a los integrantes del grupo criminal

Operativo conjunto logra desmantelar red dedicada a robos en zonas estratégicas de la localidad de Los Mártires - crédito Fiscalía General de la Nación

En un golpe a la delincuencia en el corazón de Bogotá, las autoridades judiciales han logrado desmantelar una peligrosa banda que operaba bajo el engaño del ‘juego de la bolita’.

Tras minuciosas evaluaciones de las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías ha dictaminado medidas de aseguramiento privativas de la libertad para los presuntos responsables: Jowar Stiwar Ramírez Bernal, Carlos González León y Yanneth Avilez Motta.

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El modus operandi de esta banda delictiva parece ser sacado de una película. Con roles y tareas específicas, estos individuos se dedicaban a perpetrar robos en la plaza de La Mariposa y San Victorino, ubicadas estratégicamente en la localidad de Los Mártires.

Aprovechaban el tumulto y la distracción provocada por el juego de “¿dónde está la bolita?”, para rodear a sus víctimas, despojándolas presuntamente de sus pertenencias más valiosas, incluyendo celulares y billeteras.

La acción judicial, ejecutada por la Policía Nacional y un fiscal de la Seccional Bogotá, fue el resultado de una investigación que llevó a la imputación de los delitos de concierto para delinquir agravado y hurto calificado. Sorprendentemente, los acusados, lejos de allanarse, optaron por enfrentar los cargos.

Según la información de las mismas autoridades, la comunidad jugó un papel crucial al proporcionar información clave que permitió a las autoridades desmantelar esta red criminal.

Dos policías resultaron heridos en protesta por agresión sexual en Bogotá

Dos miembros de la Policía resultaron heridos durante una protesta en el barrio Bellavista, localidad de Kennedy, en Bogotá, en la noche del 13 de diciembre.

Un centenar de policías llegaron al sur de Bogotá para controlar manifestantes que protestaban contra la impunidad de un caso de agresión sexual - crédito @valescaalvarado/X

La manifestación, liderada por grupos activistas de mujeres y residentes, buscaba justicia por la agresión sexual contra una menor de edad ocurrida una semana atrás. La comunidad estaba indignada, ya que el presunto responsable, un hombre de 63 años, quedó en libertad debido a que la Policía no pudo legalizar su captura.

El teniente coronel Pascual González informó que, al principio, un grupo de mujeres se acercó al CAI expresando su repudio contra la institucionalidad. A medida que avanzaba la noche, se desató un enfrentamiento entre ciudadanos y la Policía en las calles del sur de la capital.

Dos uniformados que intentaban calmar la situación resultaron agredidos, uno con una herida en el brazo y otro con una esquirla en el ojo tras ser golpeado con una piedra.

La violencia también afectó a un perro del barrio que resultó herido. Más de 100 uniformados y dos tanquetas intervinieron después de los disturbios, según la Policía. Posteriormente, se capturó a una mujer de 37 años con artefactos explosivos improvisados, conocidos como bombas molotov.

Estos fueron los explosivos artesanales incautados por la Policía en medio de protesta en el sur de Bogotá - crédito Policía Metropolitana de Bogotá

El 5 de diciembre de 2023, el mismo barrio fue escenario de una protesta similar que duró cinco horas. Los residentes protestaban porque el presunto agresor de una menor había sido liberado. La manifestación, inicialmente pacífica, cambió tras la intervención del antiguo Esmad.

La madre de la menor afectada denunció que durante esa protesta, miembros de Undmo (Esmad) la empujaron, a pesar de su comportamiento adecuado, y se sintió “atropellada”. La mujer afirmó tener pruebas suficientes para buscar justicia y reveló encontrar imágenes comprometedoras de otras menores en el teléfono del agresor.

La adolescente estuvo hospitalizada casi cinco días, y la comunidad logró expulsar al agresor, entregándoselo a la Policía. Según el informe de las autoridades, los hechos que tuvieron lugar el 24 de noviembre están siendo investigados para judicializar al presunto responsable, mientras se espera que la situación en Bellavista se estabilice.