“En muchos sentidos, Petro es una figura única”. Esto fue lo que afirmó el periodista Justin Worland de la revista estadounidense Time sobre el presidente Gustavo Petro, luego de tener una entrevista con él en Dubái, donde se llevó a cabo la COP28. Desde allí, el mandatario anunció que el país dejó de firmar contratos de exploración de carbón, gas y de petróleo, en aras de apuntarle a una transformación energética.
Las declaraciones del presidente colombiano, que ya habían generado polémica desde el inicio de su gobierno, volvieron a ser cuestionadas. Para muchos, es una decisión apresurada que pone en riesgo la economía del país, pues, de acuerdo con datos suministrados por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), en 2022 el petróleo aportó 18,16 billones de pesos al Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, lo que representó un 1,3% del total del recaudo.
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En comparación con 2021, estas cifras aumentaron en un 270%, debido a que ese año el país ganó 4,9 billones de pesos por la comercialización de este producto, lo que evidenciaría un incremento en la necesidad de otros países por adquirirlo. En ese sentido, la transformación energética de Petro iría en contravía a la economía del país, que ve el petróleo como un robusto ingreso.
No obstante, el mandatario se ha mantenido en la idea de no continuar firmando acuerdos para exploración de pozos petroleros, para así transitar a las energías limpias y cuidar el medio ambiente mediante la descarbonización. “Lo que propongo es no lanzarse al vacío, como dicen algunas voces negacionistas. (sic) Más bien, es un cambio en el camino a seguir. Un camino a seguir que, desde mi punto de vista, puede ser mucho más potente y próspero que el camino que estaríamos dejando atrás”, explicó a la revista Time.
Aunque se ha identificado cierta resistencia a las posturas del presidente colombiano, algunos países del mundo no las han ignorado por completo. El 2 de diciembre de 2023, Petro firmó un tratado de no proliferación de combustibles fósiles al que también se sumaron 11 naciones: Tuvalu, Timor-Leste, Antigua y Barbuda, Fiji, Vanuatu, Islas Salmón, Tonga, Niue, Timor Oriental, el Parlamento Europeo, Palau. Asimismo, otras 95 ciudades y gobiernos subnacionales se adhirieron al acuerdo.
“Colombia es la primera gran economía en respaldar un tratado de no proliferación de combustibles fósiles. Se trata de un paso sensato y de importancia global, que plantea la cuestión de por qué otros miembros exportadores de carbono de la Ocde, como Gran Bretaña, no deberían hacer lo mismo”, destacó el diario británico The Guardian.
De acuerdo con la conversación que tuvo el mandatario con la revista Time, gran parte de la riqueza acumulada por el carbono va a parar a manos de las personas más ricas, que representan apenas el 1% de la población. Por eso, aseguró que es necesario que caiga dicha riqueza para así poder salvar vidas. Esto, desde su perspectiva, no será posible si se continúa bajo la misma lógica de mercado.
Entonces, el periodista destacó: “A pesar de su agenda populista, habla más como un filósofo-economista que como un agitador. Maneja buenas relaciones con otros líderes y formuladores de políticas que no comparten sus ideologías. Y su defensa del clima se distingue de muchos de sus homólogos de izquierda en América Latina que adoptan un enfoque de la vieja escuela y ven la riqueza creada por los combustibles fósiles como una fuente necesaria de financiación para los servicios sociales”.
Asimismo, el periodista Justin Worland insistió en que su perspectiva sobre los problemas medioambientales generados por la explotación de gas, petróleo y carbono puede “ser un presagio de lo que está por venir”.