Como “una avalancha de cocaína” han catalogado algunos medios españoles el fenómeno de consumo masivo y comercialización de la sustancia psicoactiva en el continente europeo, a la vez que se expone a Colombia como uno de los más importantes productores de la droga que transita una larga ruta con destino a las manos de los consumidores europeos.
Tras un contundente operativo antidroga en Galicia y Valencia, España, la Policía Nacional española y la Agencia Tributaria, incautaron once toneladas de cocaína, valoradas en una cantidad millonaria. Estas habrían sido distribuidas entre los municipios españoles de Vigo y Valencia. En esta operación, que se ha convertido en la mayor decomiso realizada hasta la fecha en Galicia, se detuvo a veinte personas vinculadas con el cartel de los Balcanes.
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Sin embargo, según la información publicada por el medio español Antena 3, para las autoridades del país vasco Colombia y países suramericanos, como Ecuador, son epicentros de fabricación y puntos estratégicos desde donde bandas criminales europeas maniobran los movimientos de la droga a distintos puntos del mundo.
De acuerdo con Antena 3, “Tanto la Policía Nacional como la Agencia Tributaria creen que los alijos intervenidos demuestran el auge y actual predominio de las bandas del cartel de los Balcanes y el mercado al alza que supone el tráfico con estupefacientes de estas organizaciones criminales de origen, sobre todo albanés, que controlan la distribución en el Viejo Continente desde países como Colombia y Ecuador”.
Al respecto, Francisco Andrés, jefe del área de control de drogas de la Agencia Tributaria, y Alberto Morales, jefe de la Sección de cocaína de la Policía Nacional de ese país, se está experimentando un aumento notable en el número de incautaciones y una mayor sofisticación en los métodos de tráfico por parte de las organizaciones criminales, aprovechando, entre otros, la inestabilidad política para mover grandes cantidades de droga hacia Europa.
Las redes, con especial presencia de organizaciones albanesas en el Levante español (zona costera de España), representan un golpe significativo a los circuitos de distribución del narcotráfico en el continente.
La cocaína colombiana “inunda” a Europa
Con relación a esta incautación de 11 toneladas, el medio internacional La Vanguardia publicó un artículo en el que se indicaba que la sobreproducción de esta droga en países suramericanos con Colombia como primer lugar “multiplicaban” las incautaciones policiales.
Incluso, que las autoridades españolas estaban preocupadas porque “Europa no es capaz de esnifar toda la cocaína que produce Colombia”, mientras señalan un incremento significativo en las cantidades confiscadas en comparación con el año 2022, a razón del decomiso de 20.000 kilogramos adicionales a poco tiempo de concluir el año.
De esa manera, los analistas europeos han logrado establecer que la sobreoferta habría ocasionado una disminución sustancial en el valor de mercado del kilogramo de la dosis de droga, que habría caído de 33.000 euros a aproximadamente 18.000 euros, un descenso atribuído tanto al aumento en las áreas de cultivo, que han pasado de 143.000 hectáreas a 204.000 hectáreas al cierre del 2021, como a la prohibición de fumigaciones aéreas con glifosato en Colombia.
Pese a esto, el negocio continúa siendo lucrativo, pues, a pesar de la bajada de precios mayoristas, los consumidores finales parecen no beneficiarse de esta disminución, ya que los precios por gramo se mantienen entre 50 y 80 euros, de acuerdo con los datos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado, publicados por Vanguardia.
Mafias albanesas
En el panorama europeo, las organizaciones balcánicas y en particular la mafia albanesa han emergido como grandes distribuidores, aprovechando la sobreproducción para transportar grandes cantidades hacia el continente desde América Latina.
Y aunque los Estados Unidos concentran el mayor índice de consumo. De acuerdo con las cifras del Global Cocaine Report, publicadas por El Orden Mundial, el país norteamricano que es abastecido, principalmente, por la fabricación colombiana, estaría compitiendo con la comercialización en Europa.
“El consumo de cocaína se concentra en los países desarrollados, tal y como ocurre con otras drogas recreativas como el éxtasis. En Estados Unidos, la mayor parte de la cocaína consumida proviene de Colombia. Sin embargo, el informe Global Cocaine Report de la ONU destaca un cambio en las rutas de la cocaína hacia Europa. Cada vez más, los traficantes optan por no utilizar a Colombia como punto de partida (...)”, como se lee en el reporte del mencionado medio.
Además, se observa una diversificación en los mercados objetivo de las mafias, abarcando territorios menos explotados como África o Australia, donde el alto valor pagado por la droga hace de estos mercados muy atractivos.