Después de que se conociera la sentencia a 40 años de prisión para el patrullero de la Policía Nacional Harvey Damián Rodríguez Díaz por el asesinato del estudiante de derecho Javier Ordóñez, el pasado 9 de septiembre de 2020, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, envió un mensaje a las familias de los 13 jóvenes asesinados durante las marchas en contra del actuar de la Policía.
“El asesinato de Javier dentro de un CAI desencadenó la mayor tragedia que haya vivido Bogotá en estos 4 años: el 9S de 2020 en el que miembros de la Policía dispararon indiscriminadamente a los jóvenes que protestaban por el asesinato de Javier causando una masacre de 13 jóvenes, 10 en Bogotá y 3 en Soacha”.
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En sus palabras, López ofreció disculpas a las familias de las 13 víctimas mortales que dejaron los disturbios de esos días, asegurando que ha sido uno de los momentos más difíciles que ha atravesado la Alcaldía de Bogotá en estos cuatro años de mandato.
“Toda esta dolorosa historia ha sido el mayor dolor de mi Alcaldía y de mi vida pública. He puesto la cara, el alma y la responsabilidad, como me corresponde. He acompañado a las víctimas y familias, les he pedido perdón personal e institucional, he intercedido ante todas las autoridades para que haya verdad, justicia y reparación”.
La mandataria distrital indicó que desde que se hicieron públicos los asesinatos, su administración se ha encargado de desenmascarar la verdad de lo ocurrido, incluso acusando a la Policía de no acatar las directrices que se impusieron para controlar los desmanes que se generaron las horas posteriores de que se conociera sobre la muerte de Ordóñez.
“En esos hechos, la Policía Metropolitana desobedeció y desconoció las instrucciones y protocolos de la Alcaldía que expresamente prohíben el uso de armas letales en protestas y además violó sus propias normas de conducta, por ejemplo, impidiendo ser reconocidos y actuando incluso de civil y por fuera de la Ley, no reportando el uso de sus armas y su disposición en armerillos y alterando la escena de los crímenes cometidos. Violando los derechos humanos de quienes protestaban, y asesinando a 13 jóvenes”.
Según criticó la mandataria local, la institución intentó encubrir los asesinatos y en su actuar fue apoyado por el gobierno de turno, del que rechazó el modo de proceder del entonces presidente Iván Duque, quien “desconoció a la Alcaldía, las familias de los jóvenes y la ciudadanía y respaldó ciegamente a la Policía”, además de vérsele por esos días con el uniforme de los oficiales en señal de apoyo.
“En sus primeras versiones la Policía negó el asesinato de Javier y trató de ocultar la evidencia. Solo la fuerza de los hechos, las pruebas y la denuncia inmediata de la Alcaldía y la ciudadanía lograron que tuvieran que ir cambiando de versión hasta que reconocieron lo ocurrido”.
De forma sorpresiva, Claudia López reconoció que las investigaciones contra los uniformados pudo avanzar gracias al Gobierno de Gustavo Petro y la gestión de su ministro de Defensa, quien apoyó a la mandataria local en su labor de esclarecer lo ocurrido.
“Reconozco y agradezco el cambio total de compromiso del Ministerio de Defensa con la llegada del Presidente Petro, que desde el primer momento ha apoyado que se establezca la verdad, y se facilite la información debida para la investigación y sanción a los responsables, y que también ha derivado en un mayor compromiso en la Policía Nacional para que las investigaciones se hagan”.
Asimismo, la mandataria local señaló que actualmente cursa una iniciativa para reformar la Policía y que se garanticen los derechos de los colombianos, aunque reconoció que los esfuerzos de la Alcaldía de Bogotá y del Gobierno nacional nunca serán suficientes para borrar el trágico hecho que acabó con la vida de 14 ciudadanos en manos de las instituciones de seguridad de la capital.
“Bajo la conducción del actual gobierno nacional se tiene el propósito de hacer una reforma estructural a los organismos de seguridad del Estado y en particular a la Policía. Esa tarea pendiente es parte inequívoca de la reparación y las garantías de no repetición, nunca más, de una tragedia semejante”, concluyó.