Las Fuerzas Militares de Ecuador, a través del denominado Plan Espejo que coordinan con sus pares en Colombia, propinaron un duro golpe al Frente Oliver Sinisterra, una de las disidencias de las Farc, con la captura de 15 de sus integrantes en territorio del hermano país, entre los que se encontraba Janer Cortés Ortiz, alias el Guasón, que estaría implicado en el homicidio de tres periodistas del periódico ecuatoriano El Comercio en 2018.
En la noche del martes 12 de diciembre los uniformados ecuatorianos entregaron a su homólogos en colombianos al presunto criminal que estaba dedicado al narcotráfico en la zona de frontera.
“La captura de alias Guasón sin lugar a dudas representa un remesón a esta organización narcoguerrillera que delinque en territorio colombiano. Se han hecho las coordinaciones necesarias y este guerrillero fue entregado a las autoridades colombianas en el puente internacional sobre el río Mataje”, informaron en la cuenta oficial de X de las Fuerzas Armadas ecuatorianas.
El Frente Oliver Sinisterra delinque entre el departamento colombiano de Nariño y la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, una zona convulsionada por las bandas criminales que la han convertido en un corredor para trasladar la cocaína fabricada en Colombia hacia la costa y los puertos ecuatorianos.
Ese grupo disidente obtuvo reconocimiento en Ecuador en 2018 por el asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio, integrado por el periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, en una acción que perpetró Walter Patricio Arizala, ‘Guacho’.
‘Guasón’ es requerido por la Justicia colombiana bajo los cargos de homicidio agravado en concurso con fabricación, tráfico, porte y tenencia de armas.
De acuerdo con el portal digital de noticias ecuatoriano Código Vidrio, Cortés Ortiz sería el tercero al mando en el Oliver Sinisterra y el directo responsable del secuestro y posterior homicidio de los tres periodistas.
“Estaba a cargo de las actividades de narcotráfico en la región del Alto Mira y Frontera, en el municipio de Tumaco, en Nariño (sic)”, destacaron en su cuenta de X.
El equipo periodístico desapareció el 26 de marzo de 2018, mientras investigaba redes de narcotráfico en la frontera entre Ecuador y Colombia. Su desaparición culminó en un secuestro a manos de la mencionada disidencia de las Farc, que luego los asesino, hecho que fue confirmado por las autoridades de los dos países el 13 de abril de ese año.
La escalada de violencia en la frontera y la investigación de Javier Ortega sobre la presencia de carteles mexicanos en la zona fueron el preámbulo de la tragedia. El grupo, compuesto por Ortega, Rivas y Segarra, fue retenido tras cruzar un control militar el día de su desaparición, y dos días después, el secuestro fue confirmado por el Ministerio del Interior de Ecuador.
Tras ofrecer una prueba de supervivencia, las esperanzas de liberación se desvanecieron con la confirmación de sus muertes. La promesa de desclasificar la información relacionada con el caso y la orden de captura de ‘Guacho’ quedaron incumplidas, y los cuerpos de las víctimas no serían hallados hasta junio, extendiendo así el dolor y la incertidumbre de los familiares y la sociedad en su conjunto, reseñaron en un artículo de Código Vidrio.
Las conversaciones para un intercambio de prisioneros con ‘Guacho’ nunca fructificaron, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reveló hallazgos preocupantes sobre comunicaciones desde las celdas de los implicados.
La muerte de ‘Guacho’ en diciembre de 2018 y las dos condenas en Colombia parecen insuficientes para arrojar luz sobre el caso. Los familiares, enfrentándose a la posibilidad de que la investigación sea archivada, acudieron a la CIDH en busca de justicia y transparencia, en una lucha que parece cada vez más opacada por el silencio, informaron en El Comercio sobre el crimen.