El actor y productor Javier Sáenz, que inició su carrera en la televisión a los 11 años, hizo una dura confesión: hace hace 25 años adquirió una deuda que continúa pagando, y que este crédito le ocasionó problemas personales y familiares, cuando estaba recién casado y con una hija de 2 años de edad.
“Yo tenía una compañía de espectáculos muy exitosa, pero estaba acumulando una serie de errores y era no pagar a tiempo ciertas deudas, a la Dian o aplazar pagos a proveedores. Cierto día estalló la bomba, me di cuenta que estaba endeudado, estamos hablando de hace unos 25 años, con una deuda 1.200 millones de pesos”, reveló el hijo de la también actriz Mario Eugenia Penagos en una entrevista para el programa La red.
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El actor que es reconocido por participar en exitosas producciones como La esclava blanca vivió momentos críticos al no saber cómo resolver está situación; además, confesó que hubo personas que se quisieron aprovechar de esta situación para “adueñarse de sus cosas”.
“Te pasan pensamientos horribles, te da un miedo tan profundo que llega un momento donde ya no eres capaz de ponerle la cara a todo el mundo y, además, todo el mundo se quiere aprovechar de ti. Entonces ven que no tienes dinero y quieren tus cosas: te voy a ayudar, voy a trabajar contigo, pero mi condición es que todo lo que trabajemos es para pagar las deudas, si tú no me haces caso y decides hacer lo contrario, no pagas las deudas, no le pagas a la Dian y no le pagas a los proveedores, yo no te ayudo más”, añadió el productor al programa de entretenimiento.
El artista, que también se desempeño como administrador del Teatro Nacional, contó que había comprado un apartamento para su hijas, el cual estuvo embargado, y gracias a la ayuda de su esposa, pudo conciliar con los proveedores.
“Un apartamento, que era para mis hijas, y ya estaba embargado. Mi esposa me ayudó, y decidí buscar a Dios. Yo creo que él me dio la fuerza de buscar a cada persona para decirle cuánto se lo puedo pagar, pero déjeme seguir trabajando con sus equipos. En definitiva era poner la cara”, explicó el actor de la comedia Viva mi tía.
Después de lograr un acuerdo con los distribuidores, tenía la parte más difícil por enfrentar y era la entidad del Estado: la Dirección de Impuestos y Aduana Nacionales (Dian), así que el actor buscó al director de esa época, re reunieron y lograron un acuerdo legal.
“Yo no busqué a la Dian, busqué a las personas, busque el corazón de las personas, logré excepciones, no de la deuda, logré excepciones de procedimientos, pero que al final eran legales. Eso nos daba mucha paz, porque ese apartamento que estuvo embargado, logré quien me lo compraran, solo le dije a la Dian: ‘deje que esa persona me pague y ese dinero es suyo’”, recordó el artista para el programa del Canal Caracol.
El reconocido actor que ha dedicado su vida a ejercer su carrera profesional en el televisión y el teatro colombiano, concluyó agradeciendo a su familia por ser el motor de impulso en ese momento tan difícil: “Hoy puedo tener la frente en alto y decirle a un proveedor: ‘por favor, móntame este concierto’, porque creen en mí y ese ha sido mi testimonio. Hoy suena fácil, pero fue una época de mi vida muy fuerte, porque el enemigo es tan sucio que lo primero que uno piensa es en la muerte, en el suicido, no voy a salir de esto, aquí me quedé, se acabaron los sueños y hoy te puedo decir que mi vida es absolutamente normal, feliz, tengo tres hijas, qué más le puedo pedir a la vida”, afirmó el artista en el programa Lo sé todo.