Joven apasionado por la cuerda floja murió en medio de una práctica en el municipio de Sutatausa

El highlight entre aficionados cobró una nueva víctima, el segundo fin de semana de diciembre, en los Farallones (elevaciones rocosas, usualmente sobre cuerpos de agua) de Sutatausa, Cundinamarca.

Se trata de Bryan Clavijo, de 26 años. Un joven paisa, dedicado al arte del tatuaje que, hace unos meses, se interesó por el deporte extremo en el que, sin protección alguna, se atraviesan acantilados sobre una cuerda que pende de dos puntos, a varios metros de distancia.

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Junto a varios amigos, Clavijo viajó desde Medellín hasta el norte del departamento de Cundinamarca, en donde fue el encargado de clavar la cuerda, sin supervisión de profesionales.

Fue entonces que, según testigos, dio un mal pasó y terminó cayendo 40 metros al vacío. En frente de sus amigos, que no tuvieron de otra que ponerse en contacto con los organismos de socorro y esperar a que se presentaran en la zona para atender la emergencia.

Una vez lograron alcanzarlo declararon su muerte al no encontrar signos vitales y, tan pronto como se dio a conocer la noticia, habitantes locales reiteraron su llamado a deportistas inexpertos a no practicar el highlight sin supervisión de profesionales o sin los equipos necesarios.

En agosto del 2023, la santandereana Susana Castilla marcó un logró más en su historial como highliner, tras atravesar los 320 metros sobre el abismo de Pila Onda, en el cañón del Chicamocha.

“La luz pega en ciertas partes que solamente se ven desde la línea y desde ese precipicio. Sentirse en ese vacío, en esa grandeza de los espacios naturales, hace que yo me sienta como un animal, como una golondrina, como un águila o como estos animales que disfrutan la naturaleza”, describió en entrevista para Noticias Caracol, tras su experiencia.

A pesar de tratarse de toda una hazaña, a no menos de 300 metros sobre el suelo, Susana tiene claro que es solo un paso hacia su meta final de domar el temido Salto del Duende, también ubicado en la zona.

Pero, aun así, trata de disfrutar al máximo el paisaje, pues, son las pintorescas montañas e imponentes acantilados lo que la llevaron a practicar este deporte extremo, desde un principio: “Me gusta mucho observar la naturaleza, a mí me motiva mucho los espacios naturales y más acá en Santander, entonces, a veces uno en ese precipicio alcanza a ver animales, formas de la tierra, plantas y cascadas”.

Con años de experiencia sobre su espalda, Susana ha conseguido atravesar abismos en países, como Chile, México y Perú, pero ninguno ha logrado maravillara a tal punto como el mítico cañón del Chicamocha, sobre el cual posó sus ambiciones desde hace ya varios meses:

“Esta última hazaña fue algo hermoso, yo voy persiguiendo el Salto del Duende desde hace más de tres años, pero encontramos este precipicio que se llama Pila Honda, que es famoso porque llueve para arriba y me enamoré de este hermoso lugar”.

Con el highline forjó unos nervios de acero que, hoy, le permiten cruzar de un lado a otro sin temblor en las piernas, y con la seguridad de que un paso firme la ayudará a llegar, sin importar el tamaño del reto:

“Me gusta y me apasiona mucho ver todos los acantilados, estos riscos que hay en Santander y esa es mi motivación más grande, que todo el mundo y que mis compañeros de este deporte vengan y conozcan la hermosura de Santander y sus tierras tan increíbles como el Cañón del Chicamocha que nos representa”