La Fiscalía General de la Nación dio a conocer la captura y judicialización de Carlos Alonso Romero Arias, un exintegrante de las Farc que se acogió al proceso de paz en el 2014, pero que siguió delinquiendo y se dedicó al tráfico de armas para las disidencias del grupo guerrillero.
De acuerdo con el ente acusador, Romero Arias hacía parte de una red de tráfico que robaba armamento de la base militar de Tolemaida y posteriormente lo comercializaba a los guerrilleros que delinquían en los departamentos de Tolima y Cauca.
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“Los elementos de prueba indican que este hombre, en articulación con otras personas, presuntamente obtenía fusiles, munición y distintos elementos en el Fuerte Militar de Tolemaida. Posteriormente, los entregaba a contactos del grupo armado ilegal que se encargaban de trasladarlos a las zonas campamentarias”, declaró la Fiscalía.
El ente acusador indicó que sobre Romero Arias se expidió una orden de captura, pero huyó de la zona donde delinquía entre Tolima y Cauca. El delincuente se escondió en Bogotá y cayó en medio de actividades rutinarias de verificación de antecedentes que adelantó la Policía en la localidad de Bosa.
“Por petición de un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Carlos Alonso Romero Arias, posible integrante de una red de tráfico de armas señalada de abastecer a las disidencias de las Farc en el sur de Tolima y Cauca”, agregó el ente acusador.
El condenado traficante fue imputado con los delitos de concierto para delinquir y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos, pero pese a todo el material probatorio en su contra, Romero Arias no aceptó los cargos y recibió medida de aseguramiento intramural.
Ya había estado preso
Carlos Alonso Romero Arias es un delincuente reincidente, pues en 2012, cuando hacía parte de las Farc, fue capturado junto a otras cuatro personas traficando granadas de mortero en el Caquetá.
Romero Arias tenía como fachada un negocio de venta de colchones para descartar sospechas; sin embargo, hacía parte de la columna móvil Teófilo Forero Castro de las Farc.
El traficante cayó preso junto a Miller Andrés Rodríguez Zamora, de 22 años; Wilmer Arvey Velandia Velandia, de 37 años y los hermanos Moisés y Luis Alejandro Torres Olarte, de 37 y 28 años, respectivamente.
Los delincuentes se movilizaban en dos camionetas desde Villavicencio (Meta) hacia Florencia (Caquetá) con el objetivo de movilizar 150 granadas de 40 milímetros y 24 granadas de 60 milímetros que tenían como destino las filas de las Farc, grupo guerrillero que estaba iniciando sus acercamientos con el Gobierno nacional para desmovilizarse.
El material bélico estaba encaletado en el motor y tanques de gasolina de los vehículos, lo que generaba un alto riesgo de explosión debido a las temperaturas a las que podían calentarse los carros.
De acuerdo con la confesión de los implicados en el hecho, Romero Arias tenía su base de operaciones en la localidad de Bosa, en Bogotá, donde fue capturado por segunda vez. Allí los traficantes recogieron las camionetas cargadas del arsenal y también recibieron una parte del pago por adelantado; la otra parte del dinero la recibirían cuando entregaran los carros en Florencia.
Por ese hecho Carlos Alonso Romero Arias fue enviado a la cárcel; sin embargo, recibió beneficios por el sometimiento al proceso de paz del 2016 y quedó en libertad. Ahora el delincuente volvió a caer por el mismo delito, pero esta vez no recibirá beneficios para su libertad.