Colombia busca crear una alternativa al canal de Panamá para el transporte comercial

El canal de Panamá es el paso marítimo más importante de mundo, pues permite que miles de barcos acorten camino entre el mar Caribe y el océano Pacífico, lo que significa ahorro de tiempo y recursos para el comercio internacional.

Sin embargo, la maravilla arquitectónica y fluvial panameña ha puesto en apuros la economía del mundo por problemas de funcionamiento ocasionados, en 2023, por una sequía que redujo considerablemente su capacidad de operación.

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Frente a eso, desde muchos sectores buscan alternativas para evitar que gran parte de la economía mundial dependa del canal y Colombia propuso crear un mecanismo de transporte a través de su territorio para descongestionar el paso marítimo de Panamá.

La propuesta fue hecha por el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla en medio de una convención del Banco Interamericano de Desarrollo CAF, en Río de Janeiro, en la que participaron líderes de Suramérica y plantearon diversas estrategias para hacer del subcontinente un bloque compacto en distintos ámbitos, principalmente en el económico.

“La necesidad de contar con un mecanismo alterno al Canal de Panamá a través de Colombia y la urgencia de acelerar la integración eléctrica y digital de la región, fueron algunos de los temas que trató el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, en su participación en la CAF”, declaró el ministerio de Hacienda de Colombia.

Aunque fueron pocos los detalles que se entregaron desde la cartera de Estado, la propuesta no es nueva, ya que, en 2011, durante el mandato de Juan Manuel Santos, se planteó crear un ‘canal seco’ como alternativa al de Panamá.

La iniciativa, según dio a conocer en su momento The Financial Times, estaba respaldada por el poderío económico de China y constaba de la creación de un ferrocarril que fuera desde Barranquilla o Cartagena hasta Buenaventura para acortar las distancias entre el mar Caribe y el océano Pacífico.

“El llamado ‘canal seco’ tendría 220 kilómetros de longitud, iría desde el Pacífico a una ciudad que se construiría cerca de Cartagena de Indias (en el Caribe), donde los productos que se importen de China se ensamblarían para su reexportación a otros países del continente americano y en sentido inverso, las materias primas de origen colombiano harían el viaje rumbo a China”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores en su momento.

En la época se dijo que el proyecto costaría cerca de 7.600 millones de dólares y sería financiado principalmente por el Banco de Desarrollo Chino, mientras que la operación del ‘canal seco’ estaría a cargo del Grupo Ferroviario de China, que tendría capacidad para transportar hasta 40 millones de toneladas de carga anuales desde el Caribe colombiano hasta el océano Pacífico.

“Ojalá tome el camino de aprovechar los dos únicos puertos de aguas profundas que tenemos y que no las tiene ninguno otro país en toda América. Tarena sobre el Atlántico y Tribuga sobre el Pacifico, podrían ser una alternativa viable. Su posición geográfica, sus aguas profundas que soportarían el calado de los mega-buques, y la conexión a través de un tren de trocha estándar, le permitiría a Colombia ser una alternativa real al Canal de Panamá”, sostuvo el entonces director del Observatorio de Logística, Movilidad y Territorio, José Stalin Rojas.

Aunque la iniciativa fue dejada de lado durante el Gobierno Santos, en la administración de Gustavo Petro fue retomada y en los últimos encuentros del actual jefe de Estado colombiano con su homólogo chino Xi JinPinhg se volvió a hablar del proyecto.

Sin embargo, la propuesta no se desarrollaría entre Cartagena o Barranquilla y Buenaventura, sino por las subregiones del Urabá antioqueño y chocoano, donde el tramo entre el mar Caribe y el océano Pacífico es menor.

“Es un corredor de 200 km sobre el cual ya tenemos un perfil de proyecto y que permitiría una alternativa de conexión para los buques que, viniendo de China con destino a Europa, actualmente hacen espera en el Canal de Panamá para trasladar sus mercancías”, explicó el ministro de Transporte William Camargo.