Con 39 años de carrera profesional, Iván Villazón ha sobresalido como una de las voces más notables del vallenato en toda su historia gracias a su voz cálida y profunda que en éxitos como Solo Me Importas Tú, No Me Pidas Que Te Olvide, La Fuerza Del Amor o Enamorado de ella. La llamada voz tenor del vallenato supo marcar un capítulo muy particular en el desarrollo del llamado vallenato romántico, a la vez que muestra apertura frente a otros ritmos que han diversificado su repertorio.
Prueba de ello, el lanzamiento de su LP De Luisiana a Valledupar, en el que mezcla el sonido vallenato con el estilo sonoro de esa región del sur de Estados Unidos, concretamente tomando elementos del dixieland. A la par, sigue presentándose en vivo con regularidad y ya en 2024 aguarda por la celebración de sus 40 años de carrera en el Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar, escenario que ha visto varios de sus grandes momentos como artista.
Sin embargo, también allí tuvo lugar algún hecho que generó rechazo y consternación entre su público, debido a sus excesos con el alcohol. Así lo rememoró en Se dice de mí, el espacio de Caracol Televisión dirigido a explorar las vidas de las celebridades nacionales en profundidad.
El cantante admitió abiertamente que su relación con el licor viene desde su juventud, alimentada por su pasión por la fiesta:
“Soy bohemio, parrandero, me encanta la parranda. Un whisky con unos amigos, conversar, las anécdotas, los chistes, tocar, cantar… cuando estaba joven le dí rienda suelta a eso. Una vez salí a unos carnavales en el valle, a tocar. Salí un viernes y llegué el domingo con unos traguitos después de tres días de parranda, y había una maleta grande en la puerta. Entré y como venía sabrosito pregunté ‘¿quién va de viaje?’. Mi esposa no dijo nada, se acostó, me dejó que me acostara. Al otro día en el desayuno le volví a preguntar. Cuando me vio más o menos bien me dijo ‘La que me voy soy yo’”
Su esposa, Aida Mercedes García, recordó de ese momento que se llevó a su hijo Iván David para Barranquilla. “No dije nada, solo dije que me iba unos días de visita”, dijo.
Esa situación se mantuvo durante varios años hasta que llegó un punto en el que “toqué fondo con el trago”, como reconoció Villazón. Años de grabar, irse de gira y estar parrandeando cada fin de semana pasaron factura hasta que se produjo un hecho que marcó al cantante.
Fue en un Festival Vallenato, durante una presentación en el Club Valledupar en 2012, que se hizo viral en redes sociales luego de que Villazón se quejara varias veces por el sonido, pero al mismo tiempo hacía evidente su alto nivel de alicoramiento, llevando a que el concierto se detuviera varias veces. La situación llegó al punto de que el público comenzó a rechiflar y en respuesta Villazón se retiró del escenario, visiblemente molesto.
“Era la última presentación, a las 3 de la mañana. Ese día la embarré en tarima, borracho delante de todo el club, lleno. Había mucha gente conocida, mis amigos…”, reconoció el artista. A la distancia, Villazón reconoció:
“Dios permite que pasen las cosas donde deben ser pa’ que tu de una vez entiendas. Fue un golpe muy fuerte para mi”
Dario Pimienta, amigo de Iván Villazón, comentó sobre ese episodio que fue “un campanazo” para el cantante. “A él le mostraron los videos, y el impacto, la vergüenza, la pena, propia y ajena, fueron tremendas”. Clemencia, hermana del cantante, señaló que fue su propia disciplina la que le permitió revertir esa situación, y aprendió a separar su actividad como cantante de los días en los que parrandeaba. “Desde ese suceso lo ha manejado muy bien”, apuntó.