Mientras se avanza con la licitación del tercer tramo del megaproyecto, el alcalde electo, Carlos Fernando Galán, pidió detener el proceso de licitación de dos tramos pendientes del Corredor Verde de la Séptima, plan de infraestructura liderado por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), en coordinación con la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Esta solicitud se habría fundamentado en una propuesta del programa de gobierno de Galán, que insta a una revisión del tramo sur con los ciudadanos de la capital. La petición de suspender fue enviada a la actual alcaldesa Claudia López tras la publicación de los prepliegos en el SECOP II.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Una vez conocido que el IDU adelantaría las licitaciones de los tramos faltantes (3 y 4), adjudicaciones que habían sido declaradas desiertas en octubre del 2023, a través de las redes sociales, Galán aseguró que “He pedido respetuosamente a la alcaldesa @ClaudiaLopez y a su administración no avanzar con la licitación de ese tramo, pues los bogotanos votaron para que se revise y rediseñe”.
Un tramo polémico
A su vez, el IDU había informado que los pliegos definitivos se publicarían el jueves 28 de diciembre, y las propuestas de los interesados se aceptarían hasta el 25 de enero de 2024. De esa manera, la adjudicación de la obra estaba prevista para el 28 de febrero de 2024.
No obstante, Galán advirtió en su publicación que avanzar con la licitación desatiende la voluntad de los bogotanos que, según él, demandan una “revisión y un rediseño” del proyecto. De hecho, el tramo más controversial, que ha generado una contienda que ha llegado a los estrados judiciales, es el que está comprendido desde la calle 26 hasta la 99; como consecuencia, los prepliegos fueron publicados nuevamente para ser analizados por posibles oferentes.
Pero, ante todo, lo polémico de este tramo, que además ha generado acalorados debates visibles en las plataformas digitales, se centra en la propuesta de un carril único que recorre las calles 92 y 32 en sentido norte-sur, que buscar garantizar la prioridad del transporte público, la movilidad de las bicicletas y peatones sobre el tráfico vehicular continuo.
De hecho, antes de las elecciones, Galán se había comprometió a no seguir adelante con el proyecto, Pero en la recta final de su campaña, y una vez ad portas de trabajar desde el despacho del Palacio Liévano, se notó un perceptible cambio en su postura, y la continuidad del diseño desde la calle 99 hacia el norte, con observaciones y posibles cambios hacia el sur, debido a problemas de movilidad que la propuesta generaría.
Por su parte, el director del IDU insistió en que el actual diseño del Corredor Verde “cumple con todas las expectativas”, aunque reconoce que cualquier rediseño podría incurrir en “posibles sobrecostos” y cuestionamientos sobre la planificación.
La respuesta de Galán al IDU
Con todo, la respuesta del mandatario local se abalanzó sobre la postura que tenía desde el final de su candidatura. En el mensaje que publicó en redes sociales, afirmó que “el resultado del 29 de octubre es un mandato sobre los principales proyectos de Bogotá. En nuestro programa de gobierno planteamos que el tramo sur del Corredor Verde de la Séptima (de la 100 al sur) se debía revisar con la ciudadanía”.
En relación con el tramo que se extiende de la calle 99 a la 200, con lo cual Galán no ha mostrado objeciones, fue adjudicado el 22 de noviembre por un total de 1,3 billones de pesos. Dicha sección está dividida en tres sectores, cada uno responsabilizado a un consorcio distinto, con períodos de preconstrucción de ocho meses, seguidos por tres años de obra y mantenimiento para el primer sector, y dos años y medio de obra para los dos sectores restante.