La inflación en Colombia alcanzó un 10,15% en su variación anual para noviembre de 2023, así lo reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el jueves 7 de diciembre.
Este incremento en el índice se ve particularmente influenciado por el aumento en los costos de arriendo, que lideran la lista de gastos impulsando el ascenso general de precios.
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A pesar de que se ha registrado una tendencia a la baja en los precios para el consumidor, sectores específicos continúan afectando significativamente la economía doméstica.
El sector de alojamiento y servicios públicos –que incluye el arriendo–, aportó 2,71 puntos porcentuales al Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el último año, superando incluso a áreas críticas como el transporte y los alimentos, con 2,10 y 1,61 puntos, respectivamente.
Estas cifras demuestran cómo los gastos relacionados con la vivienda son los principales impulsores de la tasa de inflación que afecta a todos los estratos socioeconómicos.
Los incrementos en los cánones de arriendo son el factor más determinante en el aumento del IPC, lo que resalta la presión que este rubro ejerce sobre el bolsillo de los colombianos. Se observa que mientras algunos sectores experimentan un crecimiento moderado en sus precios, el alza en los costos de arriendo mantiene un ritmo preocupante, impactando así en la inflación general y la economía de los hogares a lo largo del país.
La inflación en Colombia registró un incremento notable en el costo de los arriendos y servicios públicos en el último mes, siendo los principales impulsores de la subida general de precios. Según el Dane, de octubre a noviembre de 2023, estos gastos han subido un 1,05%, contribuyendo con 0,32 puntos porcentuales a la inflación total.
La entidad hace diferencias entre arriendos imputados y efectivos, con variaciones significativas en el impacto sobre la economía de los hogares de diferentes estratos.
El análisis del Dane reveló las diferencias en el impacto de los incrementos en los precios de los arriendos en los hogares de distintos niveles de ingresos. Para los hogares considerados pobres, el aumento del arriendo efectivo, aquel que realmente se paga, ha sido el factor más influyente en la inflación, aportando 1,16 puntos porcentuales y registrando un crecimiento del 6,91%.
En los hogares vulnerables, estos aumentos también son significativos, con un aporte de 0,88 puntos porcentuales y un crecimiento del 6,92%. Estos datos reflejan la presión que ejerce el costo de la vivienda sobre las economías más débiles.
Así mismo, en los hogares de ingresos medios y altos, si bien el principal factor de inflación ha sido el costo de los combustibles, aumentado por políticas gubernamentales, el arriendo imputado (aquel estimado por el propietario) representa una carga considerable.
En los hogares de ingresos medios, ocupa el segundo lugar en influencia sobre la inflación, con un aporte de 0,88 puntos porcentuales y un aumento del 6,94%, mientras que en los de ingresos altos contribuye con 1,04 puntos porcentuales y una subida del 7,26%.
Gran parte de los inmuebles en arriendo pertenecen a estos sectores, lo que explica su relevancia en la medición del arriendo imputado.
Por un lado, en los hogares de bajos ingresos, el arriendo efectivo ha incrementado su peso en la inflación en 1,16 puntos porcentuales, con un aumento en los precios de alquiler de un 6,91%. La situación es similar en los hogares vulnerables, donde el arriendo efectivo contribuye con 0,88 puntos porcentuales al IPC.
Por otro lado, entre los hogares de ingresos medios y altos, el impacto principal en la inflación proviene del costo de los combustibles; sin embargo, el arriendo imputado también representa un gasto significativo, con un impacto de 0,88 y 1,04 puntos porcentuales respectivamente en las cifras de inflación.
Conforme a la normativa colombiana, los aumentos en los arriendos tienen un límite establecido, que corresponde al IPC del año previo. Para 2023, el incremento de los precios de arriendo refleja la inflación del 2022, que alcanzó un máximo no visto desde marzo de 1999 con un 13,12%.
Este histórico IPC está siendo utilizado por los arrendadores para ajustar los cánones de arriendo, resultando en un aporte de casi tres puntos porcentuales a la inflación actual. La directora del Dane, Piedad Urdinola, señaló que “los arriendos se suben de acuerdo a la inflación del año pasado, por eso encontramos esa persistencia en la variación de estos”.
Según Fedelonjas, alrededor del 40,2% de los hogares viven en arriendo o subarriendo, cifra que se eleva al 47% en las principales ciudades. Esto supone el ingreso de aproximadamente 264.764 nuevos hogares arrendatarios cada año, marcando una tendencia que se refleja en la presión económica sobre los inquilinos y en la dinámica inmobiliaria del país.