En una residencia del barrio Laureles, Medellín, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de Gilberto Antonio Diaz Serna, un hombre de 58 años y abogado de profesión. El hallazgo del cuerpo, que no presentaba signos de violencia, se produjo tras alertas de vecinos sobre la situación anómala del residente, quien no contestaba las llamadas que se hacían a su teléfono.
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Sin embargo, los detalles más recientes de la investigación que están adelantando las autoridades, permitirían esclarecer los hechos, y determinar qué circunstancias llevaron a la muerte del jurista, quien fue visto con dos mujeres en los registros de las cámaras de seguridad que están bajo el poder de la Policía.
Investigación y antecedentes del caso
Sin embargo, se han conocido algunos pormenores de la vida del fallecido. La información publicada en El Tiempo indicó que Diaz Serna, identificado como el fallecido, fue director de la Cárcel de Bellavista en el año 2000 y habría estado involucrado en un escándalo carcelario durante su gestión.
De hecho, la investigación del medio mencionado permitió saber que el exdirector de la Cárcel de Bellavista en Medellín enfrentó acusaciones tras presuntamente haber obstruido programas de resocialización en el año 2000. Díaz Serna, en ese año, fue señalado por los internos de detener iniciativas que promovían la paz dentro del establecimiento. Como resultado, se presenció una compleja situación que llevó a más de 6.000 reclusos a manifestarse en actos de desobediencia civil pacífica como forma de protesta ante las medidas implementadas por la administración del jurista fallecido.
Según la indagación, el conflicto en la Cárcel de Bellavista escaló cuando los reclusos denunciaron la acción de Díaz Serna como una interferencia directa en sus procesos de integración social. Esta manifestación de desobediencia pacífica marcó un hito negativo en la gestión penitenciaria de Medellín, subrayando la tensión entre la dirección de la prisión y su población.
De esa manera, en el transcurso de los siguientes tres años a las mencionadas circunstancias, Díaz Serna vio cómo su situación legal se complicaba cuando el tribunal superior penal de Medellín dio inicio a un proceso judicial en su contra. El exfuncionario fue procesado bajo la sospecha de usurpación y abuso de funciones públicas, lo que podría señalar infracciones serias en su desempeño, así como entraría una posibilidad de la incidencia de estos antecedentes con su muerte. Aun así, el esclarecimiento de los hechos está en las manos de las autoridades.
Dos mujeres, claves en la investigación
Autoridades y familiares informaron que el abogado había salido a consumir bebidas alicoradas, para luego retornar a su hogar. Pese a esto, quienes acudieron a la Policía se alertaron ante la nula respuesta a las llamadas.
Por su parte, las cámaras de seguridad del edificio de residencia del occiso registraron a dos mujeres saliendo del lugar, minutos depués de la muerte de Gilberto Díaz, la noche del incidente. Ante las sospechas, las dos mujeres serían piezas clave en los acontecimientos, y por eso son objetivos de la búsqueda por la Policía. El cuerpo fue descubierto sin algunas pertenencias personales, lo que sugiere la posibilidad de un robo, de acuerdo con la información escrita por El Tiempo.
Además, se está a la espera de los resultados de la necropsia para determinar si la muerte fue por causas naturales, o efectos adversos del alcohol, o si hubo algún tipo de intervención externa que hubiese sido premeditada.
Las autoridades no descartan que la muerte pudiera estar relacionada con el historial profesional de Díaz Serna, aun así, los protocolos investigativos avanzan bajo la dirección policial para determinar qué fue lo que realmente sucedió con el abogado, pues su muerte ha sido calificada como misteriosa.