La Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó) colaboró en el rescate de un águila arpía que fue hallada con 17 impactos de perdigones en el resguardo indígena Arquía, ubicado en el municipio de Unguía, en el departamento del Chocó.
El ave fue encontrada en mal estado de salud, con lesiones graves y signos de deshidratación, razón por la cual fue trasladada al Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces San Isidro (CRARSI) en Pereira, capital de Risaralda. Es preciso mencionar que este rescate se realizó tras una alerta emitida por líderes del resguardo indígena mencionado en un inicio.
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Con base en los indicios establecidos por la máxima autoridad ambiental de esta región, la principal sospecha es que el ejemplar habría sido víctima de caza ilegal. Tras una serie de exámenes radiológicos y valoraciones médicas hechas por los expertos, confirmaron la hipótesis.
En el Crarsi, el águila arpía se encuentra recibiendo atención especializada, tras haber sufrido la pérdida de un ojo y un sustancial deterioro de su peso corporal; de acuerdo con la entidad, actualmente el ave se encuentra bajo pronóstico es reservado.
Las autoridades ambientales, incluido Codechocó y el Instituto Colombiano Agropecuario, junto con la Alcaldía de Unguía y el cuerpo de Bomberos, se han movilizado para asegurar la recuperación de esta especie amenazada, considerada vital para el equilibrio de los ecosistemas.
Arnold Alexander Rincón López, director de la Corporación Autónoma del Chocó, hizo énfasis en la crucial importancia del águila arpía en los ecosistemas y ha llamado la atención sobre su estado vulnerable. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó a la especie como Vulnerable (VU). En respuesta, la entidad está llevando a cabo iniciativas de concienciación en el Darién Chocoano, hábitat natural de la especie, para promover su protección y evitar su desaparición.
Importancia del águila arpía en el ecosistema colombiano
El águila arpía (Harpia harpyja) es un ave rapaz que juega un rol esencial en el ecosistema colombiano y se encuentra principalmente en las selvas del Darién y la región amazónica. Como depredador tope, cumple con varias funciones ecológicas importantes:
- Control de poblaciones: al alimentarse de mamíferos medianos y grandes, como perezosos y monos, el águila arpía ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de estas especies. Esto es crucial para evitar la sobrepoblación y el agotamiento de los recursos naturales que podrían llevar a desequilibrios ecológicos.
- Indicador de salud del ecosistema: la presencia del águila arpía es un indicador de la salud y la integridad de los hábitats forestales. Su existencia sugiere que hay un ecosistema lo suficientemente grande y saludable para sostener una cadena trófica completa, donde se incluye este gran depredador.
- Dispersión de semillas: aunque es principalmente carnívoro, el movimiento y las actividades de caza del águila arpía pueden contribuir indirectamente a la dispersión de semillas y al mantenimiento de la diversidad genética de la flora.
- Valor para la biodiversidad: esta ave, considerada en peligro de extinción en Colombia, es símbolo de la riqueza natural y la biodiversidad. Su protección fomenta la conservación de grandes extensiones de hábitat, que a su vez benefician a muchas otras especies.
Consecuencias legales de la caza ilegal de especies vulnerables en Colombia
Este delito está penalizado por la ley y conlleva una serie de consecuencias legales. Según el Código Penal colombiano, la Ley 599 de 2000 (artículo 328) estipula que el individuo que cace, pesque, capture, recoja o recolecte especímenes de la biodiversidad puede enfrentarse a una pena de prisión de 48 a 108 meses y una multa de hasta 35.000 SMLMV. Además, puede conllevar la confiscación de los instrumentos utilizados para cometer el delito y los especímenes cazados.
Desde el aspecto administrativo, la Ley 1333 de 2009 establece procedimientos sancionatorios ambientales y contempla multas, la suspensión de actividades y la clausura temporal o definitiva de establecimientos. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) son las encargadas de imponer dichas sanciones.
Es importante mencionar que Colombia es parte de convenios internacionales como el CITES, que regula el comercio de especies amenazadas y sus órganos nacionales imponen regulaciones adicionales a la caza y comercio de estas especies. La violación de estas regulaciones puede resultar en sanciones adicionales y en la cooperación de organismos internacionales para la aplicación de las mismas.