Le robaron a una azafata en pleno vuelo entre Aruba y Colombia: el avión tuvo que aterrizar de emergencia en Cali

El hecho es catalogado como un acto sin precedentes. La situación hizo que los turistas debieran esperar media hora dentro de la aeronave

El robo en el avión obligó a las autoridades a entrar en la aeronave para investigar el caso - crédito Depositphotos y iStock/Montaje de Infobae

El aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, de Cali, Colombia, fue escenario de un episodio un tanto inusual, luego del aterrizaje de un vuelo proveniente de Aruba: las autoridades fueron reportadas de un robo a una de las auxiliares de vuelo.

El hecho se habría presentado sobre territorio colombiano y terminó con la detención del presunto ladrón después de aterrizar. Se conoce que los pasajeros del vuelo debieron permanecer dentro del transporte aéreo y retrasaron su desembarco por aproximadamente 30 minutos, tiempo en el cual las autoridades policiales lograron capturar al sospechoso de sustraer el dinero y las pertenencias de la azafata.

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Según contaron algunos de los pasajeros a Noticias Caracol, cuando estaban sobrevolando tierras nacionales, el piloto se comunicó con los viajeros para informarles que se había presentado el hurto, y que por tanto debían esperar apenas se llegara al aeropuerto Alfonso

Bonilla.

De esa manera, los detalles indicaron que una auxiliar de vuelo habría sido víctima del robo, pues notó la ausencia de su dinero y varios de sus objetos personales durante el viaje proveniente del país caribeño. Al llegar, cuatro uniformados de las fuerzas de seguridad ingresaron al avión tras su llegada al aeropuerto y aprehendieron al individuo responsable del delito.

El hecho, además, generó reacciones entre los pasajeros, quienes alcanzaron a preucuparse. Un testimonio destacado por el medio mencionado enfatizó la sorpresa ante la modalidad del delito: “Algo que nos dejó sorprendidos, porque no solamente hay que lidiar con los hurtos en los autobuses y en las calles de Colombia, sino ahorita en los aviones. Entonces (el piloto) nos manifestó que debíamos esperar aproximadamente unos 30 minutos en suelo colombiano mientras llegaban las autoridades”, compartió el pasajero.

Aún no se conoce la identidad del presunto ladrón, ni su nacionalidad. Tampoco se ha esclarecido cómo la auxiliar de vuelo dio con el posible responsable.

Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, en la ciudad de Cali. Destino del vuelo proveniente de Aruba en el que un ciudadano habría robado a una azafata - crédito Archdaily

Robos en El Dorado

Los viajeros suelen ser objetivos apetecidos por los amigos de lo ajeno, en especial cuando se encuentran en situaciones de turismo, ya que suelen llevar consigo más dinero en efectivo, al tiempo que los delincuentes buscan obtener las pertenencias que llevan en las maletas.

Este fenómeno ocurre también en terminales aéreas internacionales, como la de Bogotá, donde miles de extranjeros tienen la puerta de ingreso al país. Algunos delincuentes están al acecho de su llegada.

Uno de los casos más curiosos y sonados fue el de falsos uniformados en el Aeropuerto Internacional El Dorado. Estos individuos se hacían pasar por autoridades para sustraer elementos y pertenencias de ciudadanos internacionales en las afueras de la terminal.

Aeropuerto El Dorado, el aeropuerto internacional más grande de Colombia- crédito ANI/Sitio web

En septiembre del año en curso, se conoció que dos sujetos fueron detenidos por la Policía Nacional. Operaban en un vehículo con placas alteradas sobre la Calle 26, con el objetivo de identificar a viajeros nacionales y extranjeros para abordarlos simulando procedimientos policiales.

El coronel Wilford Méndez, comandante operativo de apoyo especializado de la Policía de Bogotá, mencionó que los presuntos criminales intimidaban a sus víctimas y las acusaban de haber cometido un delito para luego despojarlas de sus pertenencias. Tras su detención, se descubrió que ya tenían antecedentes penales en diferentes delitos, incluyendo el porte ilegal de armas de fuego.

Los detenidos, equipados con uniformes apócrifos y un arma, seleccionaban a sus víctimas entre los usuarios de servicios de transporte a través de aplicaciones móviles