Colombia se ubica en el puesto 68 de 164 países en cuanto a economías emergentes, marcando una calificación promedio de 5 sobre 10 en el último semestre, según un informe de Oxford Economics.
El análisis hace parte del estudio Entorno Macroeconómico de Crowe Colombia y señala preocupaciones sobre la capacidad del país para cerrar la brecha de ingresos con naciones desarrolladas y los desafíos estructurales que podría enfrentar en 2024.
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La situación fiscal de Colombia y las políticas económicas del presidente Gustavo Petro son motivo de análisis en dicho estudio, donde la socia de Finanzas Corporativas en Crowe Colombia, Lía Heenan, cuestiona la forma en que la administración actual podría estar poniendo en riesgo la estabilidad fiscal del país.
La experta comentó que hay un enfoque en gravar a los sectores más ricos y una intervención desorganizada del sector público en la economía, además, se critica las grandes reformas propuestas, como la de la industria petrolera, las cuales podrían afectar negativamente el riesgo económico del país.
Dentro de este análisis, se evalúan variables económicas fundamentales para el próximo año. En cuanto a la demanda del mercado, se pronostica una disminución para 2024, atribuida al aumento de las tasas de interés y al impacto de la inflación, con una puntuación de 4 sobre 10.
A su vez, el costo del mercado obtuvo un 5 sobre 10, poniéndose bajo el promedio de mercados emergentes (5,9), aunque se espera que la inflación retorne a un rango del 2% al 4% al final del 2024.
Por otro lado, el riesgo de tasa de cambio recibió una calificación de 5,8 sobre 10, situando a Colombia en el lugar 122 entre 164 economías, y se prevé una estabilidad con tendencia a la devaluación respecto al dólar. El crédito soberano también se consideró, obteniendo un 5 sobre 10, ligeramente por encima del promedio de mercados emergentes, mientras que el riesgo de crédito comercial alcanzó un 5 sobre 10, estando por debajo del promedio de mercados emergentes de 7,1.
Heenan concluyó al resaltar la importancia de abordar factores como el desempleo, la desaceleración económica y la recuperación de la confianza de los inversionistas para evitar crisis futuras y estabilizar la economía colombiana durante y después de 2024.
Colombia, rajada en competitividad fiscal
Tax Foundation, grupo de expertos con sede en Washington que monitorea las políticas de impuestos y gastos de los gobiernos, dio a conocer la edición número 10 del Índice Internacional de Competitividad Fiscal de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Colombia terminó mal parada. Esto, al ocupar el puesto 38 de dicho índice, lo que quiere decir que terminó último. Mismo lugar ocupó en la edición 2022, en la que obtuvo 47,3 puntos. De acuerdo con el mismo, este país sumó 46,4 puntos de 100 posibles, lo que quiere decir que retrocedió 0,9 puntos.
En este se midieron varios tipos de impuesto: corporativo, individual, consumo, propiedad y transfronterizo. En estos, Colombia ocupó las casillas 38, 15, 18, 27 y 36.
“Colombia tiene el sistema tributario menos competitivo de la Ocde porque tiene un impuesto a la riqueza neta, un impuesto a las transacciones financieras y la tasa impositiva sobre la renta corporativa más alta del 35%”, explicó Tax Foundation al respecto.
Además, que el impuesto al valor agregado (IVA) de Colombia cubre menos del 40% del consumo final, lo que revela deficiencias tanto en materia de políticas como de aplicación de la ley.
También que, entre los países de la Ocde, Colombia tiene la tasa de subsidio fiscal implícita más alta en gastos de investigación y desarrollo (R&D), con un 46%.
Colombia está entre los cuatro países de la Ocde que recaudan una parte significativa de sus ingresos a través de una seguridad social atípica de contribuciones. El primero es Costa Rica, cuyos ingresos representan el 28,9% de los ingresos tributarios totales. Les siguen México (14%), Colombia (10%) e Islandia (8,5%).