Hasta San Andrés llegaron los familiares de más de cuarenta migrantes venezolanos desaparecidos en aguas colombianas desde el 21 de octubre, cuando la lancha en la que viajaban rumbo a Nicaragua desapareció sin dejar ningún rastro.
Los hechos se presentaron en medio de la crisis migratoria que atraviesa el país, pues San Andrés y el Urabá antioqueño se han convertido en una especie de ‘puerto’ para que miles de migrantes ilegales inicien su camino hacia Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
En medio de la diáspora de miles de extranjeros, en la isla se han formado mafias de traficantes de migrantes que trasladan a los migrantes de forma ilegal en lanchas hasta Centroamérica con la fachada de paquetes turísticos.
Durante de uno de esos viajes ilegales se perdió una embarcación con dos mujeres embarazadas y 17 menores de edad a bordo. Inicialmente se especuló que el navío se había volcado y todos su tripulantes habían muerto; sin embargo, familiares de los migrantes indicaron que tras el hecho se percataron de actividad en redes sociales de sus seres queridos, lo que indicaba que seguían con vida.
El viaje lo realizaron dos embarcaciones, una con doce personas y otra con 38, pero por el mal clima las lanchas se separaron y la que tenía mayor volumen de personas no volvió a ser vista.
Inicialmente se pensó que había sucedido una tragedia, que la embarcación se había volcado y que la tripulación había muerto, ya que había sobrecupo y solo unos cuantos niños tenían chalecos salvavidas.
Sin embargo, esa teoría se derrumbó luego de que algunos familiares de los migrantes vieran actividad en sus perfiles de redes sociales y que a playas de Costa Rica llegara una bolsa con dos cédulas y ocho pasaportes de las personas que iban en la embarcación.
“¿Por qué encontraron esos documentos si se supone que se ahogaron en medio del mar? Pareciera que no se trata de un naufragio, sino de trata de personas. No podemos asegurar que sea un secuestro, pero alguien los tiene porque nuestros familiares se han conectado a redes sociales y eso no podría ser si no tuvieran internet”, le dijo a El Colombiano Leidy Cardona, hermana de Natali Cardona, una de las migrantes desaparecida.
En entrevista con el medio La Prensa, de Nicaragua, Wilson Gómez relató que su esposa y sus hijos iban en la embarcación desaparecida, que vio actividad en el perfil de Facebook de la mujer y que lo llamaron extorsionistas para pedirle dinero por la liberación de sus familiares.
“Volvieron a conectarse del Facebook, le escribí que qué pasó, por qué no me contesta, que dónde está, y entonces no me contestaron, de una vez cerraron el Facebook (...) Están pidiendo supuestamente 40 mil dólares para soltarlos a todos y nosotros estamos de acuerdo en darlos, pero queremos por lo menos pruebas, unas pruebas que estén vivos”, indicó Gómez.
Defensoría del Pueblo dice que el Gobierno no ha dado respuesta
Ante la situación y la falta de respuesta por parte de las autoridades, la Defensoría del Pueblo dio a conocer que solicitó a la base naval de San Andrés detalles sobre la búsqueda de las personas desaparecidas y agregó que los familiares no han recibido respuesta a las peticiones de información la respecto.
“Los familiares tienen derecho a saber qué sucedió con sus seres queridos, es preocupante que después de más de seis semanas las autoridades no entreguen un reporte que permita establecer cuál fue el destino de la embarcación, sus tripulantes y los migrantes que iban a bordo (...) También le solicitamos al Gobierno la articulación de esfuerzos con los países fronterizos para encontrar a todas las personas reportadas como desaparecidas”, señaló el defensor del Pueblo Carlos Camargo Assis.