Alias Antonio García, máximo comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), negó los secuestros que comete la organización guerrillera. Sus palabras ponen en entredicho el interés del Gobierno nacional por lograr las liberaciones de las personas secuestradas.
A través de sus redes sociales, el jefe del ELN marcó la postura de la organización frente a la crisis que desató el secuestro de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Lucho Díaz. García desconoció que se trate de un delito de lesa humanidad y un crimen de guerra, para atribuirle una supuesta legitimidad a sus acciones.
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“El ELN no hace secuestros. Hay diferentes acciones de privación de la libertad, pero son diferentes: prisioneros, rehenes, retenidos, secuestrados y desaparecidos. El ELN solo hace prisioneros y retenidos”, escribió alias García en su cuenta de la red social X.
La posición del Gobierno nacional es completamente diferente a la de la guerrilla. El comisionado para la Paz y jefe de la delegación, Otty Patiño, señaló en una carta dirigida a la Procuraduría que el secuestro es un “crimen contra la dignidad humana”.
Al calificar a los secuestrados como “prisioneros”, alias García desconoce que se trate de un crimen e inscribe la práctica dentro del Convenio de Ginebra y, por tanto, desconoce que se trate de una violación al cese al fuego bilateral acordado con el Gobierno nacional o de una violación al derecho internacional humanitario.
El Convenio de Ginebra prohíbe la toma de rehenes en conflictos y los atentados contra la humanidad. Además, establece específicamente las condiciones bajo las cuales una persona privada de la libertad puede ser considera un prisionero por parte de alguna de las partes en guerra.
Así las cosas, solamente podrán ser considerados prisioneros los miembros de las fuerzas armadas enfrentadas, de otra milicias, que tengan participación en los conflictos al recibir órdenes de un mando, tener signos distintivos, portar armas o tomarlas espontáneamente o quienes sigan a una de los grupos sin formar parte de los mismos.
El Convenio, en su protocolo III, también señala que la detención de una persona debe responder a evitar que siga participando en el conflicto, más no como una forma de castigo, por lo que deben ser liberados una vez se terminen las hostilidades o se superen las razones por la que fue privada de la libertad.
En el caso del ELN, la misma organización guerrillera ha reconocido que capturan personas como forma de financiamiento, por lo que no respondería a un cumplimiento de las normas de la guerra. Además, varias de las víctimas, como el papá de Lucho Díaz, son civiles que no pueden ser retenidos sino en caso de estar en compañía de una de las fuerzas beligerantes.
La publicación de García generó rechazo por considerarse una forma de justificar y mantener la práctica de retención de personas. “¿El padre de lucho Diaz no fue un secuestro? Una guerrilla que se llama de “liberación nacional” validando el secuestro y creyendo que va a engañar a los colombianos. El secuestro es un crimen de lesa humanidad. No solo deben dejar de hacerlo sino que deben responder ante la justicia por ello. Para eso es que debe hacerse la Paz”, señaló el representante David Racero.
García, en respuesta a una entrevista con Noticias Caracol, aseguró que el ELN “ni secuestra ni extorsiona”, sino que se trata de una “política tributaria”. Además señaló que la crisis en la mesa de diálogos no es por el secuestro de Lucho Díaz, del que asegura que fue un “error”, sino a causa de “violaciones sistemáticas al cese al fuego”.
Incluso, el comandante guerrillero también puso en duda el avance del proceso de paz. “Para el ELN los acuerdos avanzarán tanto como el Gobierno cumpla. Hasta la fecha existen más incumplimientos de parte del Gobierno y sus fuerzas militares que certezas. ️El proceso está interrogado y si ha de continuar es porque ambas partes cumplen lo acordado, y si esta máxima se cumple podrá seguir avanzando, si esto falla nada podremos hacer”, señaló.