Algunas zonas de extracción de minerales estratégicos están en áreas protegidas, según la Agencia Nacional de Minería

La paradoja radica en que parte de esos grupos minerales son elementales para avanzar en el ambicioso proyecto de transición energética del Gobierno

Parte de minerales estratégicos estarían en áreas protegidas de Colombia - crédito César David Martínez/ WWF Colombia

Uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno de Gustavo Petro es su lucha contra el cambio climático. Entre las propuestas planteadas recientemente durante su participación en la cumbre de las Naciones Unidas sobre cambio climático en los Emiratos Árabes Unidos (COP28), se encuentra apostar por el turismo verde, las energías limpias, la reindustrialización, la transformación del campo, la movilidad limpia, la biodiversidad y la protección ambiental. Además, sostuvo que Colombia no firmará nuevos contratos de explotación de petróleo y gas.

Gran parte de los proyectos que pretende adelantar el Gobierno para avanzar en la lucha contra el cambio climático, entre esos la transición energética, tiene una estrecha relación con los recursos minerales con los que cuenta el país.

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Luego de más de una década, la Agencia Nacional de Minería (ANM) actualizó el listado de minerales estratégicos con los que Colombia pretende implementar gran parte de las propuestas planteadas en COP28. La lista excluyó el carbón térmico, considerado como uno de los mayores productos de exportación del sector minero-energético del país:

• Cobre (Cu).

• Níquel (Ni).

• Zinc (Zn).

• Metales del Grupo del Platino [Platino (Pt), Paladio (Pd), Rutenio (Ru), Rodio (Rh), Osmio (Os) e Iridio (Ir)].

• Hierro (Fe).

• Manganeso (Mn).

• Carbón metalúrgico.

• Fosfatos y roca fosfática.

• Minerales de Magnesio (Mg).

• Bauxita y demás minerales de aluminio.

• Oro (Au).

• Esmeraldas.

• Materiales de construcción, limitados únicamente a arenas, gravas y arcillas.

• Arenas silíceas, Silicio (Si).

• Caliza.

• Yeso.

• Cromo.

De acuerdo a la explicación de Álvaro Pardo, presidente de la ANM a El Espectador, un mineral estratégico debe hacer parte de las cuatro políticas del Gobierno Petro: la transición energética, desarrollo agrícola, industrialización del país y la construcción de infraestructura pública. También debe tener alta demanda en el mercado nacional y, por supuesto, debe tener presencia en el país.

Sin embargo, según lo expresado por el presidente de la ANM, gran parte de las zonas en las que se encuentran los minales son áreas protegidas, por lo que dejó sobre la mesa comenzar a discutir sobre cómo intervenir en las áreas sin afectar los ecosistemas en dichos territorios.

“El potencial de cobre más importante que Colombia podría tener está en el Pacífico y está justo en zonas donde rige la Ley Segunda. Yo he tenido esta conversación la ministra de Ambiente: ahí hay un mineral estratégico y obviamente hay un determinante ambiental. ¿Qué vamos a hacer? Tenemos que abrir esa discusión al país entero. ¿Cómo podría extraerse un mineral que es fundamental para la transición energética, pero que está en un área que queremos también preservar por su riqueza o su fragilidad ambiental?”, enfatizó Pardo al medio citado.

En el caso del cobre, su necesidad es más que significativa para desarrollar proyectos relacionados con energías renovables, por ejemplo, para la construcción y funcionamiento de molinos de viento o paneles solares. Lo anterior, de acuerdo con el análisis de la Asociación Colombiana de Minería al Plan Nacional de Desarrollo (PND) del actual Gobierno, reseñado por el medio citado.

Para construir un molino de viento se requeriría 47 toneladas de cobre, de acuerdo al análisis de la Asociación Colombiana de Minería - crédito Guillaume Horcajuelo / EFE

Incluso, el informe va más allá y estima que para el desarrollo del PND del Gobierno Petro se necesitaría “77.000 toneladas de cobre, cerca de 10 veces la capacidad de producción anual que actualmente tiene Colombia”.

La paradoja no solo ocurre en Colombia, según una investigación de Nature.com publicada en 2022, pues en Latinoamérica y el Caribe un 73% de los proyectos para extraer minerales que se requieren para la transición energética se encuentra en áreas protegidas, principalmente por pueblos indígenas.