En vísperas de la transición en la Alcaldía de Medellín, que será asumida por Federico Gutiérrez a partir del primero de enero de 2024, diversas organizaciones públicas claves de la ciudad se enfrentan a una seria crisis en el manejo de sus recursos y operaciones.
Entidades como el Hospital General de Medellín (HGM), Metrosalud, los colegios públicos, el Cuerpo Oficial de Bomberos y hasta el popular mercado artesanal San Alejo estarían en líos ante las denuncias por los retardos en el pago a sus trabajadores, falta de insumos y demoras en trámites, problemas que amenazan servicios esenciales para la población.
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Uno de los casos más graves estaría ocurriendo en el HGM, reconocido como uno de los hospitales públicos más importantes de Antioquia y del país, pero que ahora atraviesa por una crisis financiera, que ha causado discusión y discrepancia entre sus directivos, que reconocen la escasez económica, pero difieren en las razones.
La situación resulta ser tan delicada, que el equipo de pediatras del centro hospitalario tuvo que emitir un comunicado para denunciar la crisis. Según señalaron, ya completan varios meses sin insumos para realizar pruebas como enfermedades de transmisión sexual, toma de plaquetas y hemoglobina.
“Desde hace dos meses no contamos con toma de radiografías portátiles, obligando al traslado de los pacientes hasta el servicio de radiología, con el riesgo de generar eventos adversos por dicho traslado en niños con un estado clínico inestable. Además, ha habido intermitencia en el servicio de digitalización y archivo de imágenes, obligando a los médicos a trasladarse al sótano a revisarlas, lo que entorpece las actividades en zonas críticas, como urgencias y unidades de cuidado intensivo”, señala el documento.
Las autoridades del hospital han convocado a una junta extraordinaria para tratar su situación financiera y abordar el cumplimiento de las obligaciones, especialmente en lo referente al pago de salarios. Entretanto, las directivas han señalado que los problemas de dinero que enfrenta la entidad serían producto de las deudas de las EPS con el hospital, mientras que otro grupo asegura que todo se trataría de malas prácticas administrativas como posible origen de la situación.
“Los directivos del hospital continuamos haciendo las gestiones necesarias para lograr los pagos, y de esta manera subsanar la difícil situación financiera que nos aqueja, máxime en esta época navideña, en la cual las familias programan sus celebraciones”, publicó la administración del HGM en sus redes sociales, no sin antes hacer énfasis en que los servicios que presentan inconvenientes son específicos y no representa una crisis general.
La situación de Metrosalud no sería distinta, pues presenta servicios suspendidos en algunas de sus unidades debido a la demora en los pagos a cerca de 30 anestesiólogos y pediatras desde junio, lo que repercute en diversos departamentos médicos.
Esteban Bustamante, director del sindicato Fedsalud, señaló a El Colombiano que la deuda acumulada a los profesionales de la salud asciende a los 1.500 millones de pesos, que los obligó a abandonar sus cargos, mientras que las directivas de Metrosalud refieren haber realizado pagos recientes para estabilizar la situación.
“La entidad ha realizado pagos por más de 7.000 millones de pesos en lo corrido de 2023 a las diferentes agremiaciones sindicales de especialistas, disminuyendo así la edad de la cartera, la cual se encuentra al día de hoy a 1 y 2 meses de vencimiento”, señaló la entidad al medio citado.
Por el lado de la seguridad, la Alcaldía de Medellín se vio envuelta en un escándalo después de que el Cuerpo Oficial de Bomberos denunciara que a sus vehículos se les venció el Soat, impidiendo que salieran al auxilio de emergencias. El trámite, que es responsabilidad de la administración distrital, se solucionó a los pocos días con el argumento de que se trató de un error de procesamiento de datos por parte de la agencia que expide la póliza.
Sin embargo, algunos oficiales del equipo de Bomberos aseguraron que se trataría de un descuido o de falta de dinero, a pesar del comunicado enviado por la Subdirección de Manejo de Desastres del Dagrd, que aseguró que “El inconveniente que se generó fue por parte del corredor de seguros al momento del cargue de la información al Runt”
A la crisis de la ciudad se suma el sector educación, pues también son varias las denuncias sobre la interrupción del servicio de internet en colegios públicos, lo cual podría impactar procesos como las matrículas para el próximo año. Además, la Secretaría de Educación presentó inconvenientes para adjudicar contratos de aseo y vigilancia para los planteles educativos, pues la crisis financiera dentro de la administración parece ser del más alto nivel.
Adicionalmente, el tradicional mercado de San Alejo se ha visto comprometido por la falta de organización y seguridad, hasta el punto de enfrentamientos físicos entre los vendedores. De hecho, la última edición de ese evento se convirtió en un fiasco, pues según denunció El Colombiano, de los 360 vendedores que fueron convocados en el centro de Medellín, solo 25 contaban con un espacio adecuado para vender sus productos.
Los demás comerciantes, tuvieron que arreglárselas con mesas plásticas y ubicándose en cualquier espacio, lo que hizo que la desorganización fuera el protagonista en el populoso mercado. Entretanto, la ausencia de respuesta por parte de las autoridades municipales fue causal de indignación entre los paisas.
Y es que todo lo ocurrido en Medellín sería producto de un presunto déficit de 2,2 billones de pesos proyectado para 2024 en programas y proyectos de inversión social, con pendientes atribuidos a la gestión saliente, lo que pondría en jaque el mandato de Fico Gutiérrez, quien deberá heredar los problemas que deja la actual administración, liderada la mayor parte del tiempo por Daniel Quintero.