Guillermo León Acevedo, alías Memo Fantasma, protagonizó recientemente una nueva derrota ante la justicia colombiana, la cual le ha decomisado diversos lujosos bienes vinculados a presuntas actividades ilícitas del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este revés sigue una línea similar a la obtenida contra el exparamilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco.
La Fiscalía colombiana, tras una decisión del Tribunal Superior de Bogotá, logró medidas cautelares para incautar siete apartamentos de Memo Fantasma ubicados en el edificio Calle 84, en el norte de Bogotá, con un valor superior a los $13.262 millones. Además, se decomisó la finca La Palmira en Pueblo Nuevo (Córdoba), valuada en más de $7.542 millones. Estos bienes, según el ente judicial, estarían vinculados a actividades ilegales del Bloque Central Bolívar y serán entregados al Fondo para la Reparación a las Víctimas.
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Por su parte, el exparamilitar Macaco también ha sido objeto de acciones judiciales contundentes. Entre los bienes decomisados, destaca el predio conocido como Casa La Mayoría, una extensión de unas 978 hectáreas valuadas en más de $99.500 millones. Este terreno, según la investigación, forma parte de la hacienda La Virgen del Cobre, asociada a José Antonio Ocampo Obando, alias Pelusa, un empresario vinculado a épocas oscuras del narcotráfico en Colombia.
La Fiscalía reveló que este decomiso marcó la segunda fase de intervención en la propiedad, siendo la de mayor valor patrimonial puesta a disposición del Fondo para la Reparación a las Víctimas desde la implementación de la Ley de Justicia y Paz. En la primera etapa, el pasado 3 de octubre, se impusieron medidas cautelares sobre 30 predios de La Virgen del Cobre, valuados en $120.000 millones.
Además, se encuentra el legado de alias Macaco en la vereda La Malena, en Puerto Berrío (Antioquia). En este lugar se sitúa la hacienda Balkanes, propiedad afectada abarca 2.131 hectáreas y tiene un valor estimado de alrededor de 42.000 millones de pesos.
Memo Fantasma: entre el crimen y los lujos
La historia de Memo Fantasma se remonta a épocas donde los narcotraficantes colombianos como Pablo Escobar dominaban el crimen organizado en el país. A diferencia de aquellos tiempos de ostentosos excesos, el exparamilitar había optado una forma más discreta de operar, permitiéndole permanecer fuera del radar de las autoridades durante más de 30 años. Su identidad real se mantuvo en la sombra hasta que la justicia colombiana logró desentrañarla.
Durante la década de los 80 y 90, Memo inició su carrera criminal en los tiempos del cartel de Medellín, trabajando en asociación con el narcotraficante. En 1992, mientras Escobar estaba encarcelado, el delincuente se encontraba en los Estados Unidos recibiendo cargamentos de cocaína de la organización criminal bajo la dirección de Fabio Ochoa Vasco.
Con el desmantelamiento del cartel de Medellín y la muerte de Escobar en 1993, el criminal continuó sus operaciones en los Estados Unidos, estableciendo contactos con carteles mexicanos. Su asociación con Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, fue crucial en esta etapa, y así se consolidó como un narcotraficante independiente con operaciones internacionales.
Posteriormente, Memo se unió a las filas de las AUC y se convirtió en una figura clave como líder del Bloque Central Bolívar. Bajo su dirección, se estima que este bloque fue responsable de la muerte de entre 10.000 y 15.000 personas.
Después de la desmovilización de los paramilitares en 2006, Memo Fantasma adoptó una identidad más discreta como Guillermo León Acevedo. Utilizando empresas como fachada, incursionó en el negocio inmobiliario, incluso siendo socio de Hitos Urbanos, la empresa de la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez; sin embargo, su pasado oscuro se mantuvo oculto durante años, hasta que las autoridades dieron con su paradero.
Macaco: su paso con el narcotráfico y el paramilitarismo
Carlos Mario Jiménez Naranjo, conocido como Macaco o Javier Montañez, una figura clave en el mundo del narcotráfico y el paramilitarismo en Colombia, ha pasado de comandar el temible Bloque Central Bolívar de las AUC a enfrentar una condena en Estados Unidos por sus delitos.
Macaco inicio con vínculos al cartel del Norte del Valle en los años 80. Su entrada al mundo del paramilitarismo se dio al ofrecer recursos económicos a los hermanos Castaño, financiando así las acciones militares de las AUC; sin embargo, según declaraciones a la fiscalía, afirmó haberse unido al paramilitarismo en 1990.
Como líder del Bloque Central Bolívar, Macaco fue una figura casi tan poderosa como lo fue el cartel de Medellín en su apogeo, consolidándose como uno de los fundadores de las Águilas Negras, otra organización criminal.
Se conoció que desde la cárcel de Itagüí (Antioquia), el narcotraficante continuaba delinquiendo, lo que llevó a su traslado a la cárcel de Cómbita, en Boyacá, previo a la posible extradición a Estados Unidos.
A pesar de la extradición inminente, las víctimas del grupo paramilitar liderado por Macaco exigieron justicia en Colombia antes de que fuera llevado a Estados Unidos. La Corte Suprema de Justicia inicialmente no autorizó la extradición, generando controversia, pero posteriormente, el Consejo Superior de la Judicatura revirtió la decisión.
En 2010, Macaco se declaró culpable de cargos de narcotráfico en Estados Unidos. El 9 de noviembre de 2011, fue condenado a 33 años de prisión por tráfico internacional de drogas y narcoterrorismo.