Han pasado siete años desde que se firmó el Acuerdo de Paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc, que luego de más de cinco décadas entregó las armas e inició el proceso de reincorporación a la sociedad. Pero no se han cumplido algunos de los compromisos establecidos en materia de sustitución de cultivos, por lo que desde las regiones han expresado su preocupación.
Uno de los mandatarios regionales que mostró su inconformidad con el proceso es el mandatario de Briceño (Antioquia), Wílmar Moreno, que a través de una carta enviada al presidente Gustavo Petro, hizo un fuerte reclamo y pidió que su municipio, con algo más de 8.000 habitantes, sea incluido en los programas contemplados en la Paz Total: la iniciativa con la que busca el fin del conflicto en los territorios.
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Basados en las quejas de sus habitantes, que alegan que no se han hecho esfuerzos para brindarles alternativas de desarrollo, pese a que Briceño sería una especie de laboratorio para adelantar la sustitución, Moreno expresó en su misiva la urgencia de que lleven a cabo iniciativas que permitan avanzar en este sentido. Y que, de este modo, se fomente el desarrollo en municipios afectados por la violencia.
Engaños de los grupos armados a la comunidad
En Briceño hay cultivos de cocaína que han afectado la reputación de esta población, pese a que debía estar cobijada con la sustitución voluntaria. “Las comunidades consideran que el Estado aún no les ha cumplido con lo pactado en los acuerdos, que incluso se firmaron de manera individual entre cada campesino y el Gobierno Nacional’', afirmó el mandatario, en declaraciones replicadas por RCN Radio.
En su comunicación, el alcalde de Briceño manifestó que, por culpa de la lucha territorial de los grupos armados al margen de la ley que operan en esta zona. Y, a juicio, además de protagonizar hechos violentos, “invitan a las comunidades a sembrar cultivos ilícitos nuevamente, ofreciendo según ellos oportunidades de economía campesina‘‘.
Es por tal motivo, que –como aconteció en oportunidades pasadas– se quiere elevar a Briceño al estatus de laboratorio de paz sería un paso significativo para avanzar en la consolidación de la paz y la legalidad en la región. Y que con ello se pueda facilitar la transición hacia actividades económicas legales y sostenibles, e impulsar la implementación efectiva de los puntos acordados en los diálogos de paz.
El municipio había experimentado una serie de programas piloto, en pro de la sustitución de cultivos ilícitos y la promoción de prácticas agrícolas legales, así como proyectos socioeconómicos para el postconflicto. Estos esfuerzos, sin embargo, reconoció el alcalde, requieren un refuerzo y una continuidad para conseguir resultados tangibles y duraderos en la comunidad.
En este orden de ideas, en la carta también manifestó que se apliquen en su territorio los ocho puntos que caracterizan a los territorios del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet). Y que se lleve a cabo la pavimentación de vías terciarias y la que da acceso al municipio con el resto del departamento. Para ello será fundamental, de acuerdo con Moreno, “la inversión en infraestructura productiva, la transformación y comercialización de productos del campo”.
En este municipio, es válido aclarar, operan las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), más conocidas como el Clan del Golfo, al igual que las disidencias del frente 36 de las Farc, que tienen aterrorizada a la población con su accionar delictivo.