Se conocen escabrosos detalles de la captura del reconocido luchador de EE.UU que abusaba niñas entre los 4 y 13 años en Colombia

Jaymes Christopher Schulte se cambió de nombre a James Bond para despistar a la Interpol, que finalmente lo detuvo con circular roja

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De acuerdo con las autoridades,
De acuerdo con las autoridades, Jaymes Schulte ofrecía a sus víctimas entre 150.000 y 300.000 pesos por tener relaciones con ellas - crédito Dave Mandell

Jaymes Christopher Schulte, conocido en el mundo de las peleas mixtas como Underdog, tenía un negocio paralelo a las peleas que le generaba altas sumas de dinero y de paso placer. Aabusaba y grababa a niñas que oscilaban los 4 y 13 años de edad.

La captura del sujeto en Argentina se dio gracias a la investigación y seguimiento de más de un año al ciudadano estadounidense, que registró, aproximadamente, diez ingresos a Colombia, días en los que presuntamente buscaba a niñas humildes de barrios de Antioquia y Bolívar.

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Entre sus hazañas, Jaymes Christopher Schulte pasó a llamarse solamente James Bond, nombre con el que, según él, pretendía pasar desapercibido. Sin embargo, dicho trámite legal no le sirvió, ya que la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Policía Nacional de Colombia tenían el material, testimonios y registros suficientes para que fuera capturado cuando ingresara a Argentina.

El peleador de artes marciales
El peleador de artes marciales mixtas, Jaymes Schulte, fue capturado cuando pretendía ingresar a Argentina. Presentaba circular roja de la Interpol - crédito montaje Infobae

Entre los testimonios documentados, conocidos por El Espectador, se encontró el caso de una adolescente de 17 años de edad que vivía un infierno en su colegio por cuenta de un video pornográfico que se viralizó en la web. El protagonista y responsable de las escenas perturbadoras era el mismo James Bond o Underdog.

Luego de que el caso escalara a la organización estadounidense Libertas International, salieron a la luz otras tres denuncias de jóvenes que habían sido víctimas del depravado sexual, de las cuales, posteriormente, se sumaron para un total de 18 víctimas.

“Yo vivía con comodidades hasta que se derrumbó mi familia. Entonces, surgieron las necesidades y, pues a mí, ya no me importaba nada, ni siquiera vender mi cuerpo”, fue uno de los testimonios recogidos por la ONG Libertas International, conocidos por El Espectador

Las autoridades colombianas, de acuerdo con el medio citado, reunieron más de 1.000 videos pornográficos que James Bond compartía, principalmente, a través de las plataformas digitales Telegram y Pornhub.

El depravado sexual también operaba en otros países, especialmente, del continente asiático. Incluso, su captura se dio luego de su regreso de un viaje a Japón, del que no se sabe con certeza si se encontraba en sus acciones ilegales.

El modus operandi del Bond era el siguiente: llegaba a barrios o zonas deprimidas de Antioquia y Bolívar con el apoyo de una red de proxenetas de la cual era cliente frecuente; una vez se efectuaba el encuentro con las menores de edad, el sujeto les ofrecía entre 100.000 y 150.000 pesos colombianos y les exigía a las menores que se drogaran.

Posteriormente, el hombre las inducía para que aparentaran tener una edad inferior a la que de por sí ya tenían, con ropa, peinados o maquillaje; luego las obligaba a tener sexo oral, entre otros vejámenes, por los que las niñas quedaban perturbadas.

El hombre que tiene la enfermedad venérea sífilis, no acostumbraba a utilizar preservativo, y les aseguraba a las víctimas que se había realizado la vasectomía, lo que supuestamente les garantizaba “protección”.

“Fue una pesadilla. Después de eso, a mi novio de la época le llegó el video porno y yo no sabía ni que eso existía. Me terminó y empezó a ofenderme: que perra, que sucia (..) Caí en una depresión tan honda, me sentía tan encerrada, sin salidas, que un día no pude más y me tomé un tarro de pastillas. Por fortuna, mi mamá llegó y me ayudó a vomitar y a salvar la vida. Me llevó al médico y me dejaron hospitalizada. A los días me pusieron un sicólogo, atención siquiátrica, con el apoyo de la ONG que lleva el caso penal, y ya de a pocos he salido adelante”, se lee en otros de los testimonios de las víctimas de Bond, reseñados por el medio citado.

Las víctimas expresaron que, una vez se conoció la captura del agresor sexual, sintieron emoción y tranquilidad de que el sujeto no estará suelto, causándole daños a jovencitas vulnerables:

“Cuando capturaron al luchador, grité de felicidad. No pensé que lo fueran a coger nunca, porque uno ve que en esos casos que casi nunca se hace justicia. Ahora, quiero creer que todas sus víctimas vamos a estar bien, vamos a salir adelante, vamos a estar tranquilas. Nadie merece pasar por eso”, declaró una de las víctimas, reseñado por el medio citado
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