El asesinato de Pablo Escobar el 2 de diciembre de 1993 fue un punto importante en la lucha contra el narcotráfico, pero no un punto final. Si bien, después de la muerte del capo, la violencia en Colombia se redujo un poco, el negocio de la coca, 30 años después, sigue siendo tan o más rentable que en los tiempos de Escobar.
Con la caída del líder del cartel de Medellín, la vida de muchos colombianos cambió, como la de Beto Coral, que recordó cómo su papá, el capitán de la Policía Humberto Coral, fue asesinado en extrañas circunstancias luego de haber sido una pieza clave en escuadrón del Bloque de Búsqueda que localizó y eliminó a Escobar.
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En X, el activista político y excandidato a la Cámara de Representantes, recordó que su papá, el capitán Coral, solicitó ser trasladado de Medellín a otro lugar del país para evitar las represalias que podría acarrear luego de haber participado en el Bloque de Búsqueda de Escobar. En su hilo, Coral, además de adjuntar fotografías de su padre, también publicó una de las tantas cartas en las que pedía que lo sacaran de la capital antioqueña.
“A todos sus compañeros los trasladaron menos a el, fueron muchas cartas como esta, en donde le pedía a sus superiores que lo sacaran de Medellín. A pesar de ser apoyado por sus jefes inmediatos, nunca fue escuchado por la dirección general. El Capitán había denunciado ante sus superiores actos de corrupción de algunos oficiales como el robo de caletas y la alianza de este grupo con los antiguos socios de Escobar, Los Pepes”, escribió Coral en X
El asesinato del capitán Coral
La vida de Beto Coral cambió para siempre en abril de 1994. Habían pasado cinco meses desde que se dio de baja al capo del cartel de Medellín y las cartas de su papá solicitando su traslado se acumulaban. El día que asesinaron al capitán Coral, según cuenta su hijo, su muerte fue presentada inicialmente como un robo. Sin embargo, después la Policía Nacional y el presidente César Gaviria declararon que se produjo “en actos de servicio y por acción directa del enemigo”.
“El 23 de abril de 1994, casi 5 meses después de haber participado en el operativo y después de muchas cartas, fue asesinado en confusos hechos. Al principio se creyó que fue un atraco, luego la misma institución y el presidente de la República, declararon la muerte en actos del servicio y por acción directa del enemigo. ¿Que elementos tenía el gobierno para cambiar su propia versión?”
Coral también contó que el primer informe sobre la muerte de su papá se omitió mencionar que él, cuando fue asesinado, estaba acompañado por una agente de la Policía que, según les dijeron, también fue asesinada. Pero no, la mujer sigue viva y está fuera del país. Así lo descubrió en 2014, según lo que cuenta en su hilo en X, en el que aseguró que a su papá nunca lo robaron, pues, contrario a ese informe preliminar, todo lo que supuestamente le habían robado apareció el 24 de abril, un día después del crimen en poder de la Policía.
“Al capitán nunca lo robaron, en el informe preliminar se decía que le habían robado el vehículo, su billetera y el radio, pero todo apareció al día siguiente en poder de la policía. Solo su arma personal desapareció, pero posteriormente fue devuelta a la familia. En el informe preliminar, la policía omitió que al capitán lo acompañaba una agente de la misma institución que posteriormente según informes a la familia, fue asesinada. Todo era mentira, 20 años después, se descubrió que la señora no solo estaba viva, también estaba por fuera del país”
Fiscalía tardó 27 años en revelar el expediente
Según cuenta Coral —en su hilo en X y en su libro El día que mataron a mi padre— la Fiscalía General de la Nación retuvo el expediente de la investigación sobre el asesinato de su papá por 27 años. De este expediente destacó “una prueba” que comprobaría que “la agente de policía accionó el arma y la prueba que los disparos entraron por el lado derecho del conductor (el capitán Coral)”.
También advirtió cómo todo lo que tuvo que ver con la muerte de su papá estuvo envuelto en irregularidades, como que no se hizo el levantamiento del cuerpo, que se alteró la escena del crimen o que lo declararon muerto en un hospital. Además, de esto escribió: “Ese día nunca se realizó un operativo especial ni se activaron medidas para dar con los supuestos atracadores” y que, si bien el “fiscal del caso alcanzó a pedirle explicaciones al entonces general Gilibert sobre lo sucedido en la noche”, no hubo acciones para esclarecer el homicidio.
Además de esto, señaló que la Fiscalía, sin resolver el crimen y sin haber investigado a fondo, nueve meses después del asesinato de su papá “decidió de manera increíble suspender todas las acciones investigativas”, haciendo caso omiso, incluso, una declaración de un mayor de la Policía que dijo saber quién era el asesino:
“A pesar de las pruebas técnicas y testimoniales, ya que en el expediente mostraban testigos que presenciaron los hechos, allí advertían de las mentiras de la mujer policía y también el cinismo de un mayor de nombre Marco Antonio Pedreros, quien afirmó saber quien había asesinado al capitán”
Otra irregularidad que encontró en su investigación, que hizo durante más de 20 años para saber realmente quiénes estuvieron detrás del asesinato de su papá, fue que las autoridades le adjudicaron el crimen a un grupo llamado Mucali, pero que ni el expresidente Ernesto Samper, ni el general (r) Óscar Naranjo, ni el exministro Rafael Pardo ni otros generales y fiscales retirados con los que habló le supieron dar señas sobre este grupo, del que se dijo era un reducto del cartel de Medellín.
¿Quiénes lo mataron?
Según Coral, luego de 20 años investigando el asesinato de su papá, revisando expedientes y hablando con periodistas, fiscales, expolicías y exnarcos, hay más de cuatro personas que señalan a dos exoficiales: Hugo Aguilar y Danilo Gonzáles, como los presuntos responsables del homicidio del capitán Coral y que pertenecerían a un grupo llamado Los Rojos, que estaría adscrito al Bloque de Búsqueda.
Así lo contó en X:
“20 años busqué expedientes, periodistas, fiscales, ex policías y ex narcos para que me dieran información. Más de 4 coincidieron en señalar a los oficiales Hugo Aguilar y Danilo Gonzales y que presuntamente tuvieron que ver con el crimen. En el bloque existió un sub grupo llamado “Los Rojos” los encargados del trabajo sucio. Cometieron masacres, falsos positivos, muerte de otros polícias, robó de caletas y fueron los que sellaron la alianza entre los Pepes Y La policía en 1993. El mayor Gonzalez fue asesinado en 2004 y Hugo Aguilar llegó a ser gobernador de Santander, posteriormente fue condenador por Parapolitica y concierto para delinquir. Las presuntas razones: el Capitán Coral pretendía denunciar las operaciones ilegales y los vínculos de algunos policías con los pepes”
También dijo que su padre no habría sido la única víctima de este grupo: “El 14 de agosto de 1994, también asesinaron al Capitán Henry Orlando Umbacia en la ciudad de Bogotá”.
“No logré justicia, pero logré encontrar la verdad”
Coral cierra su hilo haciendo una amarga reflexión: “Hoy según varios abogados, el crimen prescribió, la justicia nunca investigó ni mucho menos judicializó a nadie. El Mayor Marco Antonio Pedreros murió de cancer y se llevó la versión a la tumba y el porque nunca rindió. testimonio La señora Luz Mary Arboleda Mazo, vive en la más completa impunidad en los Estados Unidos. Se dónde está, pero lo único que debe y tiene que llegar a ella, es la justicia. Por mi parte, no logré justicia, pero logré encontrar la verdad”.