La Hacienda Nápoles, la bandera del emporio de Pablo Escobar, que hoy es un sitio turístico familiar

El predio de 1.600 hectáreas fue la propiedad más llamativa del líder del cartel de Medellín, en la actualidad recibe más de 500.000 visitantes por año

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En el municipio de Puerto
En el municipio de Puerto Triunfo (Antioquia) está la propiedad más querida del capo, Pablo Escobar, la Hacienda Nápoles - crédito montaje Infobae

En los 80, el narcotraficante Pablo Escobar fue una de las personas con más dinero del mundo; sin embargo, antes ya tenía un gran poder adquisitivo que provenía del crimen, pero que estaba camuflado bajo la fachada de un próspero empresario en Antioquia.

De esa forma, se dio el lujo de construir en un predio de 1.600 hectáreas en el municipio de Puerto Triunfo (Antioquia), una hacienda que tenía pista de aterrizaje para aviones y helicópteros, piscinas olímpicas, 27 lagos artificiales, múltiples vehículos (autos, cuatrimotos y motos) para recorrer el terreno, y algo que en la actualidad persiste, un zoológico, que en ese entonces contaba con más de 1.500 animales traídos de diferentes partes del mundo.

Victoria Henao, viuda del capo, recuerda en Mi vida y cárcel con Pablo Escobar que la compra del primer terreno se registró en 1979. Escobar adquirió la Hacienda Valledupar por 35 millones de pesos, después, compró la finca Nápoles y otros nueve predios por 90 millones.

El nombre dado por el capo no fue para mantener el que tenía uno de estos terrenos. Hacienda Nápoles fue escogido por Escobar en honor a Al Capone, un gánster estadounidense de origen italiano, y el deseo por los animales nació luego de observar la Hacienda Veracruz –en el departamento del Atlántico–, propiedad de los Ochoa (miembros del cartel de Medellín).

Victoria Henao, esposa de Pablo
Victoria Henao, esposa de Pablo Escobar, afirma que la avioneta que había en la entrada de la Hacienda Nápoles no era la que movilizó un cargamento de droga, sino un artefacto que durante varios años fue basura - crédito Colprensa

El zoológico privado de Pablo Escobar permaneció varios años abierto al público, el capo no cobraba por ingresar a ver los elefantes, cebras, aves y demás especies. Él solo tenía una regla, no comprar leones ni tigres, puesto que no le gustaba observar a los animales en jaulas.

“No me querían dejar traer los animales: me decían que ya había zoológico en Medellín, que si los estatutos, que si la peste… Y yo pagando fortunas en pasajes, granos y terrenos allá en los Estados Unidos. Hasta que se me acabó la paciencia, o mejor dicho se me saltó la puta piedra, y ordené a mi gente que me mandaran los animales en un jumbo de carga. Mi Arca de Noé”, afirmó el capo al periodista Germán Castro Caycedo.

Dentro de sus pretensiones, hubo una incompleta, ya que las jirafas no pudieron adaptarse y murieron unas semanas después de llegar a Colombia; sin embargo, los hipopótamos, que tanto deseó por la frustración de no tener su figura en un álbum, era una de las especies en las que más centraba su atención.

En la actualidad, los hipopótamos de Escobar siguen siendo un problema para el país, ya que los cuatro que adquirió el capo se multiplicaron y ahora son más de 100 que se encuentran en el río Magdalena y sus alrededores.

En África, esta especie está en peligro de extinción por sus depredadores y la caza furtiva, sumado a que las sequías disminuyen su población, pero en Colombia no hay estaciones y esto posibilita que se reproduzcan más rápido, convirtiéndolos en un peligro para el ecosistema y las personas.

Escobar compró la mayoría de
Escobar compró la mayoría de animales al International Wildlife Park en Dallas, Estados Unidos, un parque que cerró luego de que el narcotraficante pagara dos millones de dólares por las especies que se encontraban allí. Sin embargo, en los primeros vuelos algunos animales llegaron enfermos o muertos - crédito Colprensa

Las fiestas son otro punto que aún llaman la atención de las personas. Tras la muerte del capo se han revelado las excéntricas celebraciones que se registraron en la Hacienda Nápoles, en donde no solo estuvieron los principales capos del país, sino también figuras públicas, políticos y los principales artistas de la época en el mundo.

Juan Gabriel, José Luis Perales, Marco Antonio Solís, Héctor Lavoe o Julio Iglesias son algunos de los cantantes de los que existen historias con Pablo Escobar. Algunos de ellos han aceptado que participaron de estas presentaciones.

Parque temático Hacienda Nápoles

Después de la muerte de Pablo Escobar, el Estado tomó posesión de la propiedad del capo y la transformó en lo que hoy es el Parque Temático Hacienda Nápoles, de esa forma, uno de los centros de operaciones del cartel de Medellín se transformó en un espacio familiar.

De lo que era el emporio de Escobar solo permanece el terreno, los lagos naturales y algunos de los animales, el resto solo puede ser observado en el museo, allí hay fotografías de la hacienda en los 80, sumado a material audiovisual del capo cuando era buscado. La avioneta fue trasladada de la entrada a otra zona en las que ahora los turistas pueden inmortalizar su visita, pero pierde gran parte del significado que tuvo en la época del narcotráficante.

El precio de la entrada al parque temático va desde 51.000 hasta 131.000 pesos, abre sus puertas a las 9:00 a. m. y cierra a las 5:00 p. m. y aunque cuenta con tres hoteles, tiene convenio con algunos de la zona.

A diferencia de lo que quería Pablo Escobar, ahora sí hay felinos, 38 en total, entre tigres de bengala, leones y jaguares, como parte de diferentes programas de protección animal. Sin embargo, el atractivo principal siguen siendo los hipopótamos, ya que estos recorren libres por todo el predio, siendo Vanesa, que fue rechazada por su manada, una sección que los visitantes más frecuentan.

Los hipopótamos y la historia
Los hipopótamos y la historia de Pablo Escobar siguen siendo uno de los atractivos principales de la Hacienda Nápoles - crédito Infobae

Lo que Escobar tenía como un zoológico para su diversión se ha convertido en un santuario de fauna, en donde los visitantes no pueden maltratar o tener interacción directa con gran parte de los animales. Hay una sección dedicada a la sabana africana en la que hay suricatos, avestruces, cebras, cebrasnos, cervicabras y cocodrilos.

Sumado a ello, hay una isla de micos, un lago de chigüiros, un santuario de elefantes y un safari exclusivo para especies del Amazonas.

Aunque gran parte de los colombianos y extranjeros que llegan al parque temático lo hacen con la idea de conocer la propiedad más famosa de Pablo Escobar, se busca que esto deje de ser así, motivo que llevó a derrumbar la vivienda construida por el capo, que ahora solo puede ser vista en fotos.

“Vine por lo que vi de Pablo Escobar en series, pero es todo diferente, los colombianos son grandes seres humanos y tienen lugares fantásticos”, afirmó un extranjero que llegó a Colombia para saber la historia del líder del cartel de Medellín.
La casa principal de la
La casa principal de la Hacienda Nápoles, en donde se llevaban a cabo las celebraciones del líder del cartel de Medellín, fue demolida - crédito Infobae

En la actualidad, por fuera del morbo que genera estar dentro de la hacienda de uno de los criminales más inhumanos de la historia, la Hacienda Nápoles se ha convertido en un lugar familiar, que se destaca por sus atracciones acuáticas, incluyendo cuatro toboganes, tres jacuzzis, y un barco antiguo con seis cañones que es furor para los menores.

“Aquí vivió Escobar, esto era de Escobar, pero actualmente es de Colombia y se busca que los visitantes se sientan orgullosos de ser colombianos o vean a Colombia con ojos diferentes, fuera de la violencia y la marca que dejo la guerra”, declaró uno de los trabajadores al preguntarle por la esencia del parque.

En total, son 16 zonas para observar animales, 5 restaurantes, 4 atracciones acuáticas con espacios de inmersión, 3 hoteles, y 1.600 hectáreas de un terreno que hace 30 años era el emporio criminal de Pablo Escobar, pero del que solo mantiene el nombre dado por el narco, ya que se ha convertido en un sitio que no representa las cicatrices que dejó al país.

Lejos de la sombra de
Lejos de la sombra de Pablo Escobar, el Parque Temático Hacienda Nápoles se ha ido despegando de su historia, dejando de lado la huella del capo en este lugar - crédito Infobae
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