José Cuesta, concejal de Bogotá por la Colombia Humana, se ha destacado por su lucha en contra de la explotación sexual de menores de edad. Cuesta reveló recientemente un análisis en el cual evidenció cómo el denominado Tren de Aragua ha creado una red de explotación de niños, niñas y adolescentes en gran parte del país.
“El tren de Aragua está construyendo una poderosa máquina criminal a través de la trata de personas, particularmente niñas, niños y adolescentes… buscando controlar una serie de rentas ilegales”, le manifestó el concejal a Infobae Colombia.
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Esta organización criminal que empezó a expandir sus tentáculos en diferentes estados de Venezuela incursionó en el país a través de Cúcuta. “En el paso fronterizo entre San Antonio, adelantando un proceso de reclutamiento de niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual comercial”, agregó Cuesta.
La red operada por esta organización trasnacional tiene presencia en Ecuador, Perú y Colombia y, de acuerdo con un operativo de la Policía peruana que logró penetrar uno de los enlaces importantes del Tren del Aragua, que coordinaba todo este entramado desde Bogotá.
“Los cuerpos de las niñas, niños y adolescentes bogotanos y colombianos en general no pueden hacer parte del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía colombiana. Esta tragedia encierra el reto que tenemos los bogotanos, la sociedad colombiana y el Distrito Capital para salvaguardar la integridad de los menores afectados por esta problemática”, indicó el cabildante a este medio.
“Los cuerpos de niñas, niños y adolescentes no pueden estar al servicio del turismo de los extranjeros que vienen con propósitos de adelantar turismo sexual”, insiste Cuesta
Según la legislación colombiana, la trata de personas “es un delito que consiste en la captación, traslado, acogida o recibida de personas dentro o fuera del territorio nacional con fines de explotarlas”.
Infobae Colombia consultó al ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) sobre las causas de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (Escnna) en Colombia. Según la entidad, algunas de las principales razones de este flagelo son de carácter estructural, como la naturalización de las violencias basadas en género.
Es decir, las que están relacionadas con el ámbito social, económico y político, plantadas en la sociedad en las que en lo alto se sobreponen las condiciones del sexo masculino, por lo que “en condiciones de vulnerabilidad e inferioridad se comprende lo femenino y todo aquello que se le asemeje o asocie”.
De igual manera, el Instituto confirmó a este portal que “la pobreza, desigualdad, falta de oportunidades y las dificultades en el acceso a la educación y empleo en condiciones dignas”, son otros de los elementos centrales que amplían las brechas sociales e imposibilitan que niñas, niños y adolescentes convivan en escenarios primarios de cuidado y protección.
Es por esta razón que el ICBF le expuso a Infobae Colombia que en muchas ocasiones las niñas y adolescentes son entregadas para establecer y convivir una vida marital con personas mayores, quienes tienen características de poder, autoridad y una posición económica importante, a cambio de que sus familias reciban algún tipo de ayuda económica o en especie.
“Casi siempre la niña o adolescente recibe del explotador, la manutención, pago del colegio o la vinculación a servicios de salud; por lo que no solo son explotadas sexualmente, sino que además son sometidas a servidumbre doméstica”, informó la entidad.
De acuerdo con el reporte nacional, 1.264 niñas, niños y adolescentes ingresaron a proceso administrativo de reestablecimiento de derechos, por motivo de trata de personas con fines de explotación sexual y víctimas de violencia sexual en el período 2020 a 2023.
Por otro lado, el Instituto aseguró para este medio cuáles son los principales perfiles de niñas, niños y adolescentes en Colombia que eligen los explotadores:
- En contextos de actividades sexuales pagadas: se hace referencia a los imaginarios asociados a la infancia, los cuales operan a partir de la carga simbólica de construcciones culturales como la virginidad o la pureza.
- Contextos digitales (virtuales) o TICs: Las personas que explotan a los menores de edad hacen uso de la tecnología porque la comunicación resulta más fácil para enganchar a las niñas, niños y adolescentes. De esta manera, son utilizados en la producción de material de explotación sexual lo que se convierte en un negocio.
- Contextos de viajes y turismo: Existen estereotipos asociados al concepto de raza en donde personas extranjeras buscan a niñas, niños o adolescentes de un grupo étnico diferente porque los consideran inferiores y/o creen que la cultura local consiente su explotación sexual. Es así que en la mayoría de estos territorios el turismo representa el principal factor que sostiene la economía local, es una atracción para los ciudadanos de diferentes partes del mundo con creencias arraigadas, basadas en estereotipos de género y orientación sexual.
- En contextos de los extractivismos (minería, hidrocarburos, agroindustriales, etc.), obras de infraestructura y megaproyectos: Uno de los factores que influyen en la ocurrencia de explotación sexual en estos contextos es la presencia mayoritaria de hombres, en labores relacionadas con patrones hegemónicos de masculinidad.
- En zonas de frontera: Estos lugares se caracterizan por ser escenarios de desigualdad en donde uno de los lados resulta ser garante de acceso al recurso económico versus otro limita el acceso a los recursos. Es por esta razón que se convierten en lugares propicios para el desarrollo de actividades tanto lícitas como ilícitas, entre ellas sitios de operación del comercio sexual. En Colombia el aumento de la presencia de migrantes extranjeros causa una desproporcionada afectación a niños, niñas y adolescentes, donde por motivos de edad, género y acceso a servicios, entre otros, se encuentran con mayor riesgo de exposición a ser captados y explotados por redes de trata de personas.
- En el contexto del conflicto armado: El marco del conflicto interno en Colombia ha dispuesto un escenario para la explotación sexual por parte de grupos armados, entre los cuales se comprende el reclutamiento o utilización de menores de 18 años de edad, para distintos propósitos entre los que se incluyen aquellos con fines sexuales, estén éstos involucrados o no en las hostilidades. En este contexto, se encuentra que los niños, las niñas y adolescentes son forzados mediante manipulación, coerción, abuso de poder o violencia a tener contacto sexual (abusos sexuales, tocamientos, manoseos, servidumbre o tráfico sexual), con adultos/as de las unidades militares del grupo que les ha reclutado, grupos contrarios o actores externos).
- En el contexto de corredores carreteables y fluviales: Estos escenarios son aprovechados para la naturalización de prácticas violentas en los contextos cotidianos y de desarrollo. Por ejemplo, el ICBF ha identificado que, en los hostales de ciudades de paso, donde los transportadores pasan la noche para descansar, se presentan los proxenetas ofreciéndoles niñas, niños y adolescentes para actividades sexuales pagas.
- Territorios rurales: En estos territorios se evidencia la captación y traslado de niños, niñas y adolescentes a través de falsas promesas de mejoramiento de su calidad de vida y/o acceso a servicios o educación. Los grupos poblacionales con mayor riesgo en los territorios rurales y rurales dispersos, se encuentran los niños, niñas y adolescentes campesinos, afrodescendientes, y con alguna pertenencia étnica.