El viernes 1 de diciembre se hizo el anunció de que la Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia (JEP) logró que el Fondo Documental de la Comisión de la Verdad y el archivo del DAS fueran aceptados en el Registro de Memoria del Mundo de América Latina de la Unesco. Esta aceptación refleja un paso importante para la preservación de la memoria histórica relacionada con los derechos humanos en la región.
La incorporación al programa de la Unesco se produjo tras la evaluación de las candidaturas presentadas, llevada a cabo los días 27 y 28 de noviembre por el Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco, en Santiago de Chile.
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Este registro internacional se dedica a la protección del patrimonio documental y los testimonios de ambas instituciones colombianas, ofreciendo así una contribución vital al relato histórico y la conservación de la memoria colectiva en América Latina.
Los archivos admitidos contienen extensos testimonios y documentos esenciales para el entendimiento y estudio de periodos significativos en la historia reciente de Colombia, siendo fuente clave para el análisis y la educación sobre los conflictos armados y violaciones a los derechos humanos que afectaron al país. La decisión del comité subraya el valor universal de dichos documentos y su relevancia para las generaciones presentes y futuras.
Esta distinción internacional, además de honrar a las víctimas y a los esfuerzos por la paz y la verdad en Colombia, se espera que contribuya a garantizar la integridad y el acceso de los archivos y testimonios a largo plazo, fomentando el conocimiento y la reflexión sobre estos episodios de violencia para así fortalecer los procesos de reconciliación y no repetición.
Así mismo, la Unesco incorporó los archivos de la Comisión de la Verdad y del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) dentro de la lista regional de Memoria del Mundo, esto resalta la importancia de estos documentos en el esclarecimiento de la violencia en Colombia y en la lucha contra la impunidad.
La Cancillería colombiana informó acerca de este reconocimiento, y resaltó el papel de las comisiones en la reconstrucción de la memoria histórica y en la prevención de eventos similares en el futuro.
Estos documentos tienen un papel esencial en la comprensión y el análisis de los conflictos que afectaron a Colombia, siendo relevantes en la identificación de violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.
La Unesco, al reconocer estos archivos, refuerza la idea de su importancia para la historia y para futuras investigaciones que busquen entender el rol de los organismos de inteligencia en la guerra. La declaración señala que el Fondo Documental del DAS “representa una fuente documental que permite conocer la verdad de la guerra en Colombia”, se indicó desde la entidad.
Y agregaron que: “Fondo Documental del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) representa una fuente documental que permite conocer la verdad de la guerra en Colombia, al evidenciar su rol como organismo de inteligencia, identificar la existencia de acciones que permiten atribuir responsabilidades asociadas a las violaciones de los Derechos Humanos al igual que al Derecho internacional Humanitario”.
El elogio de la Unesco hacia el trabajo llevado a cabo por la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad (CEV) enfatiza el meticuloso proceso de recopilación y análisis de información que ha facilitado la comprensión del conflicto colombiano. En particular, se resalta la capacidad del Fondo Documental para explicar la guerra desde la perspectiva de los entes de inteligencia, ofreciendo un ángulo distinto a la hora de entender estos episodios históricos.
Este reconocimiento tiene también una dimensión cultural, ya que promueve el patrimonio histórico de Colombia, proporcionando una base sólida para el estudio y la divulgación de su pasado reciente. La preservación y el acceso a estos archivos son una herramienta valiosa para la educación y la conciencia social, elementos esenciales para asegurar la no repetición de actos de violencia en el tejido social colombiano.