En un golpe contundente contra la delincuencia organizada, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación lograron desmantelar una banda especializada en el robo de relojes de alta gama, principalmente Rolex, en Bogotá y otras zonas del país.
La investigación revela que esta organización criminal, proveniente de Medellín, operaba de manera coordinada y sistemática, focalizándose en la sustracción de valiosos relojes en la capital colombiana. Los presuntos delincuentes desempeñaban roles específicos en su modus operandi: la mujer se encargaba de identificar a posibles víctimas portadoras de costosos Rolex, mientras que el hombre, acompañado por otro individuo, según indicios, ejecutaba los robos.
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Tras la comisión de los delitos, los criminales emprendían la huida en un vehículo, pero su rastro quedó registrado en las cámaras de seguridad desde su llegada a Bogotá hasta su regreso a Antioquia. Este crucial material visual fue fundamental para su identificación y posterior captura.
En un proceso legal rápido, las autoridades llevaron a cabo audiencias concentradas en las que se decretó la legalidad de las capturas, la incautación con fines probatorios y se impartió legalidad a la imputación. Además, se pronunciaron medidas de aseguramiento intramural contra los presuntos responsables.
Actualmente, los detenidos se encuentran bajo custodia en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) del sector de Paloquemao, a la espera de enfrentar cargos por concierto para delinquir en concurso heterogéneo, con hurto calificado y agravado en concurso homogéneo y sucesivo.
La Fiscalía continuará su exhaustiva investigación para determinar si existen cómplices adicionales involucrados en esta serie de robos a relojes de alta gama.
Koral Costa, influencer colombiana, atacada por falsa seguidora
La influencer colombiana Koral Costa ha vivido un angustiante episodio de inseguridad, que compartió con sus seguidores a través de un video en Instagram. Con lágrimas y evidentes signos de agresión, la también cantante contó cómo fue atacada por una mujer que fingía ser una seguidora interesada en tomar una foto con ella.
Durante la interacción, esta supuesta fanática la amenazó y exigió que le entregara sus pertenencias. Ante la negativa de Costa, la atacante la agredió físicamente, ocasionándole lesiones en el brazo.
Estos hechos ocurrieron el 20 de noviembre, pero Costa, procesando la experiencia traumática y las críticas de algunos seguidores, no denunció lo sucedido hasta días después, destacando la diferencia entre vivir un evento así y relatarlo a través de la virtualidad.
La comunidad de seguidores respondió con mensajes comprensivos y alarmados frente a la situación, enviando palabras de apoyo y recomendaciones para salvaguardar su seguridad en el contexto de una violencia creciente. Las muestras de cariño y solidaridad se vieron reflejadas en comentarios que expresaban preocupación y ofrecían consejos para prevenir futuros incidentes.
Koral Costa ya había sido víctima de la delincuencia en otras dos ocasiones previas a este reciente asalto. En el primer caso, su cuenta de Nequi fue vaciada. Sintiéndose vulnerada, expresó su tristeza ante este robo que afectó directamente los frutos de su esfuerzo como creadora de contenido.
No mucho después, en octubre, Costa fue objeto de otro delito cuando unos hombres en moto le arrebataron su celular. Este no era simplemente un objeto valioso, sino que contenía material de trabajo crucial que debía ser entregado en esos días. Ante la desesperación y la urgencia de recuperar su dispositivo, la influencer ofreció una recompensa de un millón de pesos, subrayando que, más allá del valor material, lo importante para ella era cumplir con sus compromisos profesionales.
Su testimonio resuena como un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad y protección para la población, mientras pone en evidencia el impacto psicológico y social que generan estos lamentables eventos.