Enfermera se sometió a una liposucción y terminó muerta: autoridades investigan qué pasó

En un trágico suceso, Sandra Milena Quimbayo Gordillo, una enfermera ibaguereña de 40 años, perdió la vida después de someterse a un procedimiento estético en la reconocida Clínica Medicádiz de la capital.

La noticia conmociona a la ciudad, y la Secretaria de Salud de Ibagué, Liliana Ospina, ha proporcionado detalles sobre el incidente. “Desde la Secretaría de Salud Municipal lamentamos el fallecimiento de una paciente de 40 años en una reconocida IPS de la ciudad, quien ingresa el 26 de noviembre para realizarse un procedimiento quirúrgico, el cual se lleva a cabo sin aparente reporte de complicaciones”, informó Ospina.

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Según las declaraciones de Ospina, Sandra Quimbayo ingresó a la clínica el 26 de noviembre para someterse a la liposucción, la cual, según los informes, transcurrió sin aparentes complicaciones. Sin embargo, la tragedia golpeó en la etapa de recuperación postoperatoria, cuando la paciente experimentó alteraciones en las cifras tensionales y otros síntomas, que, desafortunadamente, la llevaron a su fallecimiento por un infarto el 27 de noviembre.

“En su postoperatorio presenta alteraciones de las cifras tensionales y otros síntomas, que al parecer conducen a su deceso, luego de un infarto el día 27 de noviembre”, afirmó Ospina.

La Secretaría de Salud Municipal lamenta profundamente la pérdida de esta paciente y ha iniciado auditorías en la IPS para evaluar la oportunidad y calidad del servicio brindado. La Alcaldía de Ibagué se une al duelo y busca esclarecer los detalles en torno a este trágico suceso.

Sandra Milena Quimbayo Gordillo, quien había dedicado varios años de su vida laboral al Hospital Federico Lleras Acosta, deja un vacío en la comunidad médica. El hospital expresó sus condolencias a la familia, especialmente a la madre de la fallecida, María Yolanda Gordillo Bernal, auxiliar funcionaria del área de salud.

La ciudad se une en solidaridad y reflexiona sobre la necesidad de garantizar la seguridad en los procedimientos médicos estéticos, así como la importancia de una atención posoperatoria cuidadosa para evitar tragedias como la que ha enlutado a Ibagué.

Andrés Valencia, un vendedor independiente de Ibagué, fue víctima de una agresión el pasado fin de semana del 25 de noviembre en el barrio La Primavera Sur, mientras celebraba la confirmación de sus hijas.

Valencia, que comercializa mazamorra y arroz con leche, enfrenta una incapacidad de 20 días debido a lesiones graves en la boca, perdida de varios dientes y un impacto en el rostro con un arma traumática. El ataque, presuntamente realizado por dos vecinos, le impide continuar con su trabajo habitual.

Valencia describió el incidente afirmando: “Estábamos ahí sentados cuando llegaron dos motos que iban para la vuelta y mi familia estaba sobre la calle, pero ya estaban corriendo las sillas y uno de ellos les echó la moto por encima”.

El suceso se agravó cuando uno de los individuos involucrados extrajo un arma. En defensa, Andrés cogió un cuchillo, lo que derivó en una violenta confrontación. Ha identificado a uno de los presuntos atacantes como Jhorman y planea interponer una denuncia formal ante las autoridades.

Actualmente, Andrés Valencia se recupera de sus heridas en su domicilio, buscando apoyo para subsistir durante su período de incapacidad laboral.

Cabe destacar que las autoridades aún no han identificado al segundo agresor ni al portador del arma usada en el hecho. La comunidad y las autoridades locales están llamadas a atender este claro caso de intolerancia y violencia en el sector.

José Wilson Barreto Rodríguez, alias el Tigre, fue sentenciado a 45 años de prisión y una multa de 200 salarios mínimos por el feminicidio agravado de la menor Danna Sofía Varón y el homicidio agravado de su tío Fabián Ricardo Olaya.

Tras un preacuerdo con la Fiscalía, Barreto admitió su responsabilidad en delitos que incluyen porte ilegal de armas, destrucción de pruebas y acceso carnal violento agravado. Los cuerpos de las víctimas fueron hallados el 9 de febrero en un inquilinato de Ibagué con indicios de alteración de la escena del crimen y abuso previo al asesinato.

La investigación apunta a la posible conexión de los crímenes con una red de explotación sexual y que el encuentro entre las víctimas y el victimario fue premeditado. La pena impuesta a Barreto responde a la magnitud del caso, que conmocionó al país por su brutalidad y los vínculos con redes delictivas.