Varias problemáticas sobre la educación de Colombia y América Latina se expusieron durante el reciente Congreso “Los Futuros de la Educación Superior”, organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en Barranquilla (Atlántico).
En el evento, al que asistieron más de 100 rectores y delegados de universidades y más de 2.000 personas, tanto virtual como presencial de universidades públicas y privadas de Colombia, Ecuador y de Perú, el general retirado Óscar Naranjo, presidente del Consejo Social de UNIR en Colombia, aseguró que la principal preocupación del sector está en la manera como la educación aborda los retos y desafíos, teniendo en cuenta varias consideraciones.
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Como consideración principal y de fondo está que ya hay más de 8.000 millones de habitantes en el globo terráqueo, lo que supone un acelerado incremento de los procesos de urbanización y de imposición de retos al mundo rural.
“Estamos en un mundo que todavía no termina por romper brechas de inequidad, donde la lucha contra la pobreza promoviendo oportunidades resulta crítico y un futuro donde la educación aparece como el instrumento y factor democratizador más grande de la sociedad y, al mismo tiempo, el gran motor de la movilidad social”, expresó Naranjo.
Aseguró que, en este sentido, surgen preguntas alrededor de la inclusión, cobertura, calidad de esa cobertura y de la relación entre investigación y transferencia, investigación aplicada para producir cambios “disruptivos” que permitan enfrentar los desafíos en esa relación, por ejemplo, con el cambio climático.
En el evento también participó el rector de la Universidad de Córdoba y presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), Jairo Torres, que hizo referencia a cómo el 46% de la población en Colombia no puede acceder a la universidad y eso impone el reto de cómo superar los desafíos de la inequidad, sin despreciar el apoyo de otros.
“Hablar del futuro es hablar del presente, pero con una lógica social y humana”, manifestó.
Por su parte, el presidente de UNIR, Rafael Puyol, destacó que la población universitaria latinoamericana crecerá en 2040 a 65 millones, y las universidades deberán atender la demanda que generen.
Calidad de la oferta
Un desafío que, en palabras de director global de la educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra, debe satisfacerse a través de la calidad de la oferta.
“El problema está en la heterogeneidad de la oferta de mala calidad. También hay que tener en cuenta cómo la tecnología potencia el proceso de igualdad de oportunidades, aunque el diferenciador humano, la calificación para usar esa tecnología, en muchas universidades es un déficit y eso amplifica el problema”, explicó.
El rector de la Universidad Simón Bolívar y presidente de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), José Consuegra, se refirió a las desigualdades que existen debido a la cobertura y mayor equidad de acceso a la educación superior.
“La realidad social con la universidad debe ser más cercana. Hay que seguir promoviendo el incremento de la cobertura, sumamente retrasados si nos comparamos con Europa”
De igual forma, se remitió a la necesidad de invertir “porque con ello se establece un medio de desarrollo social y de la integridad humana”.
Para José Maria Vázquez García-Peñuela, rector de UNIR, la universidad debe tener presente los cambios acelerados que afectan la vida de las personas, especialmente aquellos adheridos a los avances tecnológicos.
“Estudiantes separados entre sí a miles de kilómetros pueden realizar trabajos de forma compartida. La aparición en escena del aprendizaje a través de la IA nos puede sorprender con medios y herramientas más disruptivas que las anteriores. Algo que debemos tener en cuenta”, señaló en su intervención.