De la adversidad al éxito: la historia de resiliencia económica de un barranquillero durante la pandemia

Harold Arroyo y Heidy Villanueva fueron los cerebros detrás del proyecto gastronómico que hoy impulsa la economía de Barranquilla con la generación de más 30 empleos. La vida para esta pareja cambió el 31 de octubre de 2020, cuando la pandemia del coronavirus dejó sin empleo a Harold y la familia pensaba que los tiempos de crisis se avecinarían.

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Antes de que el covid-19 fuera declarado como pandemia, Harold era empleado de un banco, un empleo que le permitía, en compañía de Heidy, llevar el sustento al hogar, complementado por la hija de ambos, que en aquel momento tenía 12 años. A pesar de ello, la vida les cambió por el coronavirus y su principal preocupación era la menor.

En medio de la pandemia, Heidy, una enfermera comprometida con su labor, enfrentó el rechazo social y los riesgos característicos a su profesión mientras cuidaba a pacientes en estado crítico. Este escenario refleja la adversidad que experimentó el personal de salud en tiempos donde su integridad y la de sus pacientes y familiares se hallaban en constante amenaza.

Por esta razón, no lo pensó dos veces y decidió apoyar a su esposo en el nuevo emprendimiento y renunció a su trabajo de enfermera. “Yo renuncié en noviembre de 2020 y nos metimos de lleno los dos en esto”, contó para El Tiempo Heidy, de 38 años.

Con los pocos recursos que tenían en ese momento, se organizaron y se pusieron en la tarea de buscar una persona encargada de cocinar, comprar las estufas, los utensilios y demás implementos para abrir el restaurante el 28 de diciembre de 2020, en una cocina oculta del norte de Barranquilla.

“Una cocina oculta es donde se vende comida para el consumo a domicilio. Teníamos que trasladarnos hasta el lugar donde vivía o trabajaba el cliente. En ese entonces no atendimos directamente al público, todo era vía telefónica”, recuerda Heidy, que además contó que aquel “Día de los Inocentes” fue la inauguración de la cocina oculta, que contó con dos personas en la cocina, el cocinero principal y su auxiliar.

El voz a voz fue clave para que se dieran a conocer el sector, con el apoyo incondicional de sus familiares y amigos cercanos, aprovechando que están ubicados cerca de un centro empresarial, comenzaron a repartir volantes y rápidamente comenzaron a atraer a nuevos clientes. Con el apogeo de este emprendimiento se vieron en la necesidad de, no solo, atender por teléfono, sino que también ya recibían comensales en el local.

El plato principal de WokQurrambero es el arroz, pero en el menú ofrecen: Lo Mein, Chop Suey, pollo y cerdo agridulce, entre otros acompañantes. Las entradas se denominan criollas o típicas, allí están los patacones; y en entradas orientales están las lumpias. Este par de emprendedores mezcla los sabores de la gastronomía oriental con productos típicos de la región Caribe.

Debido a la alta demanda que ha tenido, el restaurante WokQurrambero, en junio de 2022 tuvo que mudarse a un nuevo lugar para atender a su clientela. El cambio de sede también atrajo no solo a los curramberos, sino también a los turistas, los cambios continuaron, ya que el establecimiento dividió en tres partes su servicio: para la atención al cliente que desea llevar, para los domiciliarios y para la degustación de arroz en el punto.

El crecimiento del emprendimiento de Harold y Heidy ha permitido que su grupo de colaboradores aumente; pasaron de trabajar con dos personas que comenzaron la cocina y ahora le brindan oportunidades laborales a más de 30. Esto significa un crecimiento del 300% que les da la posibilidad de abrir de lunes a domingo. Desde ya esta pareja se proyecta a inaugurar sedes en las principales ciudades del país.

El restaurante WokQurrambero fue escogido dentro de los 12 proyectos principales en julio de 2023 en Caribe Exponencial, por su alto potencial de crecimiento, mediante el desarrollo de modelos de negocio estratégicos y procesos de innovación basados en las necesidades del mercado.