El caso de Sara Sofía Galván, una niña de dos años que fue reportada el 15 de enero de 2021 como desaparecida por su tía, sigue sin resolver. El caso tomó más relevancia al conocerse que su mamá, Carolina Galván, y su padrastro, Nilson Díaz, tendrían responsabilidad en la desaparición de la niña.
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La Fiscalía tendría una reconstrucción de lo que pudo haber pasado aquel 15 de enero, gracias a la recolección de registros en cámaras de seguridad, testimonios de expertos forenses y agentes de Policía, lo cual confirmaría que Carolina Galván y Nilson Díaz se encargaron de desaparecer el cuerpo de la menor, de acuerdo con información conocida por El Tiempo.
Las versiones de la Fiscalía indican que, posterior a su muerte, a la niña la metieron en un costal y su cuerpo fue lanzado al caño de río Tunjuelito:
“La niña falleció y el cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero sentimental de Carolina”, se lee en el documento de acusación conocido por el medio citado.
Según información proporcionada por fuentes de la Fiscalía al mencionado medio, el caso está siendo llevado por fiscales pertenecientes al Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género para la atención de delitos que afecten a mujeres, niños y adolescentes. En este contexto, se destaca que no se ha alcanzado ningún preacuerdo con los procesados, subrayando que el juicio continúa su curso.
Entre tanto, por el lado de la defensa de Carolina Galván, se estarían reuniendo las pruebas y testimonios que probarían la inocencia en el caso de la desaparición de Sara Sofía. Estos serán presentados en el juicio programado para el martes 16 de enero de 2024, en un juzgado especializado de Bogotá.
Presuntos problemas de salud mental en Carolina Galván
De acuerdo con los testimonios de su propia hermana, Xiomara, la madre de Sara Sofía se mantenía en una inestabilidad emocional que no se curó con el apoyo de sus familiares, quienes intentaron ayudarla.
La mujer originaria de Puerto Berrío (Antioquia), de 21 años, llegó en 2018 a Bogotá con escasos 18 años. Nunca tuvo interés en terminar sus estudios primarios y, contrario a ello, quedó embarazada sin saber quién era el padre de la bebé.
La inestabilidad de Carolina fue tan compleja que incluso Xiomara se hizo cargo de su sobrina desde finales de 2020. Sin embargo, todo cambió cuando, tras una visita de Carolina a su hija, esta no la devolvió, lo que causó preocupación en Xiomara, que llamaba a su hermana por teléfono sin obtener respuesta.
Fue así como la tía de Sara Sofía decidió acudir a las autoridades para reportar la desaparición de su sobrina, que nunca más volvió a ver.
Su familia relata que la situación de Carolina empeoró cuando conoció a Nilson Díaz, su pareja en el momento de la desaparición de Sara Sofía, y quien cambió en varias ocasiones su testimonio: en primer lugar, indicó que la niña estaba viva, luego se retractó y hasta dio las coordenadas de la ubicación del cuerpo de la menor, llevando a las autoridades a una búsqueda sin éxito.
De hecho, una de las primeras versiones del caso indicaba que la menor había sido vendida a una red de trata de blancas:
“Puede ser que junto con ese señor, ahorita ya conociendo todo el tema, la hayan vendido, porque como está en eso (…) a mí me aseguran que ese señor la tiene ejerciendo la prostitución en Patio Bonito”, expresó Xiomara Galván a CM& Noticias, en una entrevista en 2021.
En las audiencias a las que ha asistido Carolina Galván, se le han cuestionado sus extraños comportamientos, pues sus muecas, movimientos, estiramientos innecesarios y bostezos se vieron reflejados durante las horas que duró la audiencia.