El turismo sexual es uno de los atractivos oscuros de Cartagena, donde se establecen vastas redes de explotación sexual y trata de personas. En la lucha contra esos delitos, la Policía capturó el 23 de noviembre del 2022 a Liliana del Carmen Campos Puello, conocida con el alias de La Madame, acusada de liderar uno de los grupos delictivos de proxenetismo y trabajos sexual forzado más grande de la capital de Bolívar.
Entre los ‘clientes’ de la Madame estaban figuras públicas, políticos, extranjeros y hasta líderes de grupos delictivos del país, que contrataban los servicios ‘turísticos’ de la proxeneta y armaban narcofiestas dentro de yates en altamar, donde mujeres, en su mayoría jóvenes y algunas menores de edad, prestaban todo tipo de servicios sexuales.
Luego de casi seis meses en la cárcel por los delitos de trata de personas y concierto para delinquir agravado, la explotadora sexual fue dejada en libertad condicional y en la mañana del 29 de octubre dio declaraciones a la prensa por primera vez desde su liberación.
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En entrevista con W Radio, la Madame se jactó de haber creado un sistema de negocio fructífero en Cartagena, negó que haya explotado sexualmente a las mujeres y mucho menos menores de edad, también dijo que ella era una gran generadora de empleo en Cartagena.
“Para nadie es un secreto que yo monté un imperio en Cartagena, pero no perjudiqué a nadie, lo único que hice fue generar empleos. Se me negaron muchos beneficios, se me negaron muchos derechos; fui condenada porque me vi obligada a firmar un preacuerdo, por tanta presión que hubo en mi contra, cogiéndome a mi familia para presionarme”, le dijo la proxeneta a la cadena radial citada.
Campos Puello sostuvo que su condena fue por trata de personas y no por explotación sexual infantil porque ella nunca había instrumentalizado a menores de edad para ejercer la prostitución que era un trabajo legal en Colombia.
“A mí me se me condenó por trata de personas, ¿Dónde está la trata?, aún los medios siguen hablando de menores de edad, pero yo no fui condenada por menores de edad. Mi escrito de acusación nunca mostró menores de edad”, le dijo Liliana Campos a W Radio.
Por otra parte, la Madame afirmó que nunca obligó a nadie a ejercer la prostitución en Cartagena, porque ella trabajaba como agente de turismo, razón por la cual recibía importantes comisiones de los clientes que la buscaban.
Así mismo sostuvo que se inventaron muchas cosas en su contra y que la prensa amarillista las maximizó, además aseveró que su detención fue un complot para sacarla del camino, porque otras personas querían posicionarse en el sector del trabajo sexual en la Heroica y ella representaba un obstáculo.
“Los catálogos como los pusieron son falsos, que yo tuviera libretas con nombre de chicas es falso, que yo reclutaba mujeres para trabajar conmigo es falso. Yo sí trabajé con prostitución, pero la prostitución es legal, lo que es ilegal es lucrarse del servicio de ella, nunca tuve explotación sexual, incluso no tuve ni víctimas. Las mujeres trabajaban en mis eventos porque yo trabajaba turismo, a mí me generaba comisiones el alquiler de yates, de apartamentos, y aparte yo cobraba por mis servicios a los grupos llámese familias, llámese bodas, llámese hombres solos, llámese mujeres solas”, sostuvo la condenada proxeneta.
Entre los detalles de su operación Campos dio a conocer que le cobraba una cuota de $250.000 a las mujeres que prestaban servicios sexuales en sus eventos. Según la Madame, esa cuota era por concepto del uso de las residencias que eran de su propiedad donde les ofrecía alimentos, empleada de servicio, lavado de ropa, Wifi, camas, ropa y otros servicios para que vivieran.
“Yo metía cuatro camas porque eran dobles, eran cuatro chicas por habitación, eran doce chicas en la casa, a 250 mil que pagaban todos los lunes; eso me generaba entre las dos casas 8 millones de pesos mensuales (...) no se metían hombres en esas viviendas, los únicos que entraban eran los estilistas”, indicó.