La Copa Sudamericana 2016 fue una de las ediciones del segundo torneo más importante de Conmebol más llamativas de la historia, en la final se enfrentarían Atlético Nacional, vigente campeón de la Copa Libertadores, y Chapecoense, un modesto club brasileño que estaba a punto de hacer historia.
El Verdão es un equipo de Chapecó, en Santa Catarina. Se fundó en 1973 tras la unión de dos clubes amateurs y durante gran parte de su historia ha estado por fuera de la primera división de Brasil. Entre 2007 y 2013 se registró un ascenso estrepitoso para esta institución, logrando llegar desde los torneos estatales (cuarta división) hasta la Serie A.
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Chapecoense se consolidó en primera división y en 2015 logró clasificarse a la Copa Sudamericana, torneo en el que sus hinchas tenían pocas expectativas; sin embargo, como tantas veces ha pasado en el fútbol, el club chico se agrandó en el terreno de juego y logró lo que se creía imposible.
En la fase previa eliminó a Cuiaba, en octavos a Independiente de Argentina, en cuartos de final a Junior de Barranquilla y en semifinales a San Lorenzo de Argentina; Chapecoense jugaría la final del torneo continental frente a Atlético Nacional.
Para Thiaguinho la alegría era doble
El juego de ida de la final se jugaría el 30 de noviembre de 2016 en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, por lo que el plantel profesional de Chapecoense, sus directivos y una comitiva de periodista viajaron el 28 de noviembre a Colombia, haciendo una escala en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en donde tomarían un vuelo charter de la empresa LaMia.
Antes del viaje habían concentrado juntos en un hotel en Brasil, en donde la vida de Tiago Da Rocha Vieira, Thiaguinho, cambió por completo de manera positiva, poco antes de que nuevamente lo hiciera, pero de la peor manera.
Thiaguinho conoció a Graziele Alves cuando eran niños, sostuvieron una relación que llevaron al altar en 2015, y con el objetivo de generar un impulso anímico de cara a la final de la Copa Sudamericana, su esposa decidió revelarse con ayuda de sus compañeros, que estaba embarazada.
El volante compartió la grabación de su reacción, misma que días después le dio la vuelta al mundo.
El vuelo 2933 de LaMia nunca llegó al aeropuerto de Rionegro, debido a una imprudencia del piloto, que decidió viajar con el combustible exacto para el recorrido que debía hacer, el avión terminó impactando con una montaña en el municipio de La Unión, Antioquia, solo seis personas sobrevivieron, Thiaguinho fue una de las víctimas.
En julio de 2017, ocho meses después de la tragedia de Chapecoense, Graziele Alves reveló que había nacido su hijo, Tiago, que recibió el mismo nombre de su padre, el volante de 22 años que falleció junto a sus compañeros de club en Colombia.
Alves compartió una imagen con su pequeño, sumado a un mensaje en el que agradeció a Dios por la vida de su hijo, pero también recordó a su esposo, del que afirmó siempre sintió su presencia durante el embarazo.
“Es bueno sentir un pedacito de tu papá conmigo; que emoción hijo, mamá te ama y estoy segura de que tu padre ha estado contigo desde el momento de tu llegada y que estará con nosotros por el resto de nuestras vidas. Gracias Señor por este hermoso regalo, gracias por cuidar cada detalle con tanto cariño. Bienvenido a casa. Mamá separó un lugar especial en la habitación para que los tres estemos juntos. Papá siempre estará mirándonos y cuidándonos; él corrió en busca de sus sueños y ahora cumplió uno de ellos, el de tener un hijo. Sé que desde el cielo cuidará siempre de ti, mi príncipe”
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