En medio del proceso de empalme se dio la primera diferencia entre la saliente alcaldesa Claudia López y su sucesor, Carlos Fernando Galán. Esta sería, hasta el momento, la única desavenencia que habría existido entre ambos.
Al parecer, la discrepancia habría sido a raíz de las declaraciones que dio Galán el viernes 24 de noviembre, luego de terminar su intervención en un panel que celebró la Cámara de Comercio de Infraestructura. El alcalde electo de Bogotá habló sobre las licitaciones para adjudicar los tramos I y II del Corredor Verde y aseguró que “la administración saliente decidió no seguir con ese proyecto”, con base en la información que, dice él, recibió del IDU en sesiones de empalme.
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Sin embargo, 24 horas más tarde, la alcaldesa Claudia López desmintió a su sucesor en la rendición de cuentas que tuvo lugar en el Parque Tunal el día sábado 25 de noviembre. Allí López habló de la adjudicación del contrato para los 11 kilómetros del tramo norte del proyecto. La saliente alcaldesa confirmó que su intención sigue siendo la misma: dejar contratados todos los tramos del corredor verde. “Son 22 kilómetros, 11 kilómetros ya se contrataron y los otros 11 siguen en licitación y serán adjudicados para completar toda la red de obras de la primera línea del Metro”, enfatizó.
En vista de que no hubo ninguna declaración oficial que dejara claro cuál era la postura, se dio el cruce de versiones sobre el futuro del proyecto, lo cual lo convierte, a la fecha, en la única disparidad entre López y Galán.
De hecho, con el proceso de empalme se ha dejado en evidencia que son más los puntos en común que las diferencias. Aun así, la divergencia de opiniones en torno al segundo proyecto, en términos de movilidad, más importante de la ciudad demostró ser suficiente para provocar salidas en falso.
Saber a conciencia el impacto de las declaraciones no es fácil en el corto plazo, pues los expertos coinciden en que el empalme y su desarrollo, a pesar de ser fundamental en los procesos de transición del poder, no es en sí mismo un hecho político con la magnitud suficiente mostrar una diferencia entre ambas personalidades, a menos que se hablará de un empalme entre Daniel Quintero y Federico Gutiérrez, quienes han dejado sus diferencias en evidencia. No obstante, las condiciones en las que la administración saliente deje el proceso de contratación de los tramos sin adjudicar, podrían ser un factor de desencuentros.
Las dudas sin resolver
Claudia López está a cuatro semanas de terminar su gobierno, por esto su equipo está concentrado en los procesos de empalme y en los últimos suspiros del cuatrienio. Justamente por eso, la contratación de los tramos I y II del Corredor Verde es una de las tareas en las que, como confirmó la propia alcaldesa, no está dispuesta a negociar. Sin embargo, ese sueño se ve obstaculizado por el tiempo que le queda a Claudia López en la alcaldía y el difícil proceso licitatorio de la séptima.
Pero hay que tener en cuenta que para el caso del costado norte de la Séptima, el Distrito logró adjudicar el contrato con una victoria in extremis en los tribunales, los tramos de la 99 hacia el sur todavía no tienen contratistas interesados. Ahora, desde que la licitación se declaró desierta a principios de octubre, no se ha llegado a un acuerdo con los contratistas que, en principio, estaban interesados en asumir el proyecto.
Además, las observaciones planteadas por las inconsistencias presupuestales en los pliegos del proyecto y la distribución de las pólizas no han sido corregidas y para nadie es un secreto que los tramos I y II son los que más enemigos tienen. De hecho, las obras planteadas entre el Parque Nacional y la calle 99 son en las que los vecinos han promovido procesos legales para frenar los proyectos. Por ejemplo, con el proyecto del exalcalde Enrique Peñalosa, de Transmilenio por la Séptima, lograron hacerlo. Con el Corredor Verde por poco lo logran, pero el Tribunal de Cundinamarca levantó la medida cautelar que suspendió la licitación a mediados de octubre y le dio luz verde a la administración de López para continuar.
La ciudad todavía está a la espera de lo que pueda ocurrir con el ambicioso proyecto.