Tensión en el río Magdalena por ataque con disparos a navieras: qué está pasando

A pesar de las denuncias, las medidas de seguridad implementadas son cuestionadas por la falta de patrullajes efectivos y la protección adecuada

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Empresas navieras experimentan incremento en
Empresas navieras experimentan incremento en violencia con ataques armados y abordajes por grupos ilegales - crédito @Jp_Remolina/X

En una escalada de violencia que ha dejado en vilo a la región sur de Bolívar, específicamente en Cantagallo y Pinillos, se ha desatado una preocupante ola de ataques a navieras en el río Magdalena. Durante la cuarta semana de noviembre, grupos armados han llevado a cabo bombardeos con armas de fuego contra embarcaciones, generando alarma y exigiendo respuestas inmediatas de las autoridades, de acuerdo con denuncias que se han presentado

La situación llegó a un punto crítico, ya que los individuos armados no solo han disparado indiscriminadamente contra las navieras, sino que también han abordado las embarcaciones, intimidando a la tripulación y exigiendo sumas de dinero bajo amenazas.

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La gravedad de la situación se intensifica al conocerse que los disparos realizados fueron dirigidos a causar daño letal, lo que ha elevado la ansiedad y la preocupación entre los trabajadores de las navieras.

A pesar de los informes y las denuncias, la respuesta de las autoridades locales, incluyendo la Armada Nacional, el Ejército y la Policía del Magdalena Medio, ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores y gremios.

Se alega que la falta de patrullaje efectivo y la ausencia de medidas concretas para salvaguardar la seguridad de la navegabilidad han permitido que estos ataques persistan, poniendo en riesgo tanto la integridad de las tripulaciones como la fluidez del transporte fluvial.

Empresas navieras experimentan incremento en
Empresas navieras experimentan incremento en violencia con ataques armados y abordajes por grupos ilegales - crédito @Jp_Remolina/X

Juan Pablo Remolina, presidente de ProSantander y docente en la Universidad Externado, expresó su preocupación ante la situación: “Ya nos reportan tres ataques a diferentes embarcaciones. Una de esas fue abordada por grupos al margen de la ley, entregando panfletos, señalando que se requería financiación y amedrentando a la tripulación. Esto dificulta aún más el transporte de carga, la navegabilidad por el río Magdalena. Han sido atacadas por fusiles, hay angustias por las navieras. Estamos esperando por parte de las autoridades un acompañamiento, que haya mayor patrullaje con el fin de garantizar la seguridad”, dijo para el diario El Tiempo.

De manera similar, empleó sus plataformas de redes sociales para difundir sus quejas y las imágenes de los disparos que afectaron a las navieras, donde redactó: “Anoche volvieron a disparar a otro remolcador en río Magdalena. Van a terminar matando a alguien. ¿Se imaginan que cogieran a disparos a los camiones?”.

Juan Pablo Remolina denunció que
Juan Pablo Remolina denunció que grupos al margen de la ley amenazan y exigen pagos a las tripulaciones, aumentando el temor entre los trabajadores de las navieras en el Río Magdalena - crédito @Jp_Remolina/X

Ante las acusaciones, la Armada Nacional respondió a través de un comunicado para el diario en mención, alegando que sí se han llevado a cabo recorridos y patrullajes en coordinación con el Ejército. Sin embargo, la versión de los hechos difiere entre las autoridades y los gremios afectados.

“Se ha ido a navegar y no conocemos ningún caso puntual de extorsiones. Sí hubo hostigamiento a dos remolcadores. La entrega de panfletos fue en Pinillos y en Puerto Wilches, pero ahí se han realizado operativos”, declaró un portavoz de la Armada para El Tiempo.

La discrepancia entre los testimonios de las autoridades y los afectados plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas hasta ahora. La población y los gremios insisten en la necesidad urgente de una respuesta contundente por parte de las fuerzas de seguridad para detener estos ataques y garantizar la libre navegabilidad en el río Magdalena.

La situación captó la atención de diversos usuarios en las redes sociales, quienes solicitan la restauración de la confianza en la seguridad de la navegación fluvial. Esto se debe a que las empresas y sus empleados se encuentran en peligro, afectando así el desarrollo regular de sus actividades.

Así, los individuos que trabajan en las navieras aguardan respuestas, y al mismo tiempo, Juan Pablo Remolina parece estar dispuesto a continuar compartiendo tales denuncias.

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