Automedicarse puede facilitar la aparición de enfermedades graves: estas son las razones

De acuerdo con la Secretaría Distrital de Salud, son muchos los ciudadanos que no miden el manejo adecuado de los medicamentos, puesto que cuando registran alguna afectación se automedican para solventar su enfermedad.

Sin embargo, el mal uso de esas medicinas pueden poner en riego la integridad de la persona en vez de solucionar el malestar. Para evitar el empleo inadecuado de esos productos farmacéuticos, la dependencia se unió a la Semana Mundial de Concienciación sobre la resistencia a los antimicrobianos, con una serie de actividades para sensibilizar a la ciudadanía.

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La resistencia antimicrobiana se genera cuando los microorganismos, como las bacterias, hongos, virus y parásitos, sufren cambios al verse expuestos a medicamentos antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivirales, antipalúdicos o antihelmínticos), que ponen en riego la eficacia de la prevención y tratamientos de las infecciones que estas causan.

“Como resultado, los antimicrobianos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en organismos como seres humanos, animales, plantas, entre otros, incrementando el riesgo de propagación y facilitando la aparición de enfermedades graves”, agregó la entidad.

Ante ese panorama, la entidad de Salud viene adelantando una serie de actividades para evitar la “resistencia a los antimicrobianos en la red hospitalaria”, a través de iniciativas como el Programa de Optimización de Antimicrobianos (Proa), con el fin de contrarrestar el mal empleo de los medicamentos como antibióticos.

La secretaría indicó que Bogotá fue la primera entidad territorial a nivel nacional en elaborar e implementar una Política de Prevención, Control y Vigilancia Epidemiológica de Infecciones Intrahospitalarias para garantizar la seguridad y la calidad en la atención de los pacientes.

“Este trabajo se ha realizado de manera articulada con las aseguradoras (Eapb o EPS), socializando los lineamientos para el control de infecciones asociadas a la atención en salud”, enfatizó.

A eso, la cartera le sumó una guías para la prevención de infecciones asociadas a dispositivos como: ventilación mecánica, catéteres venosos y urinarios, y las infecciones asociadas a procedimientos médico-quirúrgicos en las IPS de la capital.

Por otra parte, y como labores internas en pro de la atención de los usuarios de las redes de salud, se adelantaron cursos de infecciones asociados a la prestación del servicio a más de 400 integrantes del personal asistencias de las IPS. Dichos cursos están enfocados en medidas de bioseguridad, limpieza, desinfección y aislamiento.

Y para implementar y fortalecer el programa de optimización, las IPS deben cumplir con los lineamientos nacionales y distritales de la vigilancia de las infecciones a la atención en salud y la contención de la resistencia a los antimicrobianos, tales como:

• Apoyar y fortalecer el talento humano de los comités de infecciones institucionales
• Continuar con la educación a familiares y pacientes sobre higiene de manos
• Recomendaciones de autocuidado
• Uso correcto de medicamentos antimicrobianos

Finalmente, estas son las advertencias que destacó la dependencia que impacta en la salud por malas prácticas:

• Mal empleo y uso excesivo de antimicrobianos en personas, animales y plantas (por ejemplo, aquellas personas que usan antibióticos cuando tienen resfriados o cuando no lo ha formulado un médico).
• Manipulación inadecuada de alimentos.
• En el caso de los centros médicos, medidas deficientes de control de enfermedades e infecciones.

En este apartado, la entidad indicó que “se reitera que la ciudadanía puede ayudar a prevenir y controlar este riesgo tomando medicamentos antimicrobianos que únicamente sean formulados por profesionales de la salud (médico o especialista), seguir siempre las instrucciones de uso, no usar medicamentos que le hayan sobrado para otras enfermedades o para el uso de amigos, familiares o mascotas”.

• No se deben usar antibióticos para tratar enfermedades virales como la influenza, el resfriado común o el Covid-19, si no existen sobreinfecciones bacterianas y fórmula médica.