Para la Fiscalía General de la Nación, la muerte de la deportista colombiana Luz Mery Tristán, ocurrida el 4 de agosto, fue un claro feminicidio a manos del empresario Andrés Ricci.
Entre las pruebas que tiene el ente acusador para llegar a esta conclusión hay audios, un arma de fuego, doce fotos de la escena del crimen, testimonios que hablan de celos y maltratos por parte de Ricci e, incluso, su propia confesión.
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Pero la defensa del empresario busca beneficios judiciales para que no lo acusen de feminicidio, por lo cual está tratando de conseguir un preacuerdo con la Fiscalía. De tal manera que los abogados le enviaron al ente acusador un oficio que obtuvo el diario El Tiempo, fechado el 2 de octubre, en donde pide hablar de la negociación judicial.
Además, de acuerdo con ese mismo medio, el empresario rindió un interrogatorio el 28 de septiembre en donde entregó una versión de los hechos para suavizar la pena en su contra, tratando de demostrar que en realidad no quería matarla.
En dicha confesión, que fue conocida también por El Tiempo, Ricci asegura que en la fatídica noche de los hechos Luz Mery estaba “fuera de sus cabales”, versión que ha sido rechazada por la familia de la patinadora.
También dijo que es falso que le prohibiera a la deportista verse con sus amigos y familiares, y manifestó que “lo que menos quería yo en la vida era hacerle daño a mi prometida”. Por eso habló de todos los preparativos de la boda que iban a contraer y dijo que tenían programado un tour por Estados Unidos, desde San Francisco hasta Miami, con uno de los hijos de Tristán y dos perros.
“Salió corriendo, gritando que se iba a matar”
Ricci aceptó que en la noche de la muerte de Tristán, él llegó al apartamento donde ambos vivían en estado de embriaguez y bajo los efectos de cocaína. Luego del crimen consumió agua mezclada con alcohol antiséptico y un frasco de perfume para camas.
“En el momento de los hechos yo estaba muy confundido. No solo porque había consumido Whisky y cocaína, sino porque para mí fue una sorpresa el estado de ella y más cuando salió corriendo, gritando que se iba a matar”, se lee en el testimonio al que tuvo acceso El Tiempo.
Agregó además que “cuando hice los disparos mi único propósito era abrir la puerta para ingresar, sin pensar que ella estuviera en la línea de los disparos. Todo fue muy rápido”. Añadió que esos episodios eran frecuentes con la deportista y que cuando ella dejó de gritar se fue a dormir porque pensó que se había tranquilizado.
El empresario aseguró también que Tristán estaba tomando ansiolíticos y que en una ocasión había consumido en exceso. También mencionó que ambos usaban drogas en pareja.
“Ocho días antes, yo llegué a la casa a eso de las seis de la tarde y encontré a Luz María (sic) en la cama de nuestra habitación tirada. No podía ni hablar. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que había tomado seis pastillas. Me señaló y eran los ansiolíticos. La llevé cargada hasta el sanitario y le produje vómito para que expulsara las pastillas”, narró el empresario.
Entre tanto, la familia de Luz Mery está asustada. No solo temen que la muerte de la deportista quede en la impunidad, sino por su seguridad, pues aseguran que Ricci tiene mucho poder y ellos no tienen ningún tipo de protección.