Luego de comparecer durante cuatro horas ante la Fiscalía General de la Nación, en la audiencia de versión libre que solicitó para referirse a las acusaciones en su contra, el expresidente Álvaro Uribe Vélez negó, el lunes 27 de noviembre, en rueda de prensa, que haya tenido responsabilidad en la masacre de El Aro, en Antioquia, y en el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle.
El ex jefe de Estado, que pidió la diligencia judicial para defenderse de los señalamientos del excabecilla de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, que en la audiencia de reconocimiento de verdad ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), expresó que Uribe Vélez “siempre tuvo conocimiento” de las operaciones de la estructura paramilitar.
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“Yo nunca me reuní con paramilitares. Desde que era candidato (a la presidencia) dije: al único de los paramilitares que conozco, y era una afirmación muy seria, que los comprometía a desmentirme, fue a Mancuso. Nunca me reuní con él, nunca conversé con él. No pasó del saludo”, afirmó el expresidente en rueda de prensa, desde las instalaciones del Centro Democrático.
En su declaración, Uribe Vélez hizo mención a la violencia política que se registró en Antioquia y que obligó a su familia a irse a Córdoba, en búsqueda de tierras, entre Tarazá (Antioquia) y Uré (Córdoba), en 1961, pero posteriormente se instaló en Planeta Rica y Montería, por el accionar del entonces Ejército Popular de Liberación (EPL).
“Mis hermanos, asesinado mi padre en Antioquia, dijeron: ‘Nos queremos ir de Córdoba’. Se vendieron todas esas fincas... Yo pensé hacer el Ubérrimo, en ese pueblo, en Sabanal, 42 años. Yo era el joven. Todos los amigos míos han muerto. Y entonces de Mancuso, como dije de candidato: ‘si lo saludé dos veces no lo saludé tres’, eso se lo he dicho al país hace mucho tiempo”, agregó el exmandatario.
Habló de abusos de la JEP
Por su parte, lanzó dardos contra el actuar de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que de acuerdo con sus declaraciones estaría prestándose para el “juego” de quienes quieren verlo tras las rejas. Pues no de otra forma explica que le den credibilidad a la versión del excabecilla “para”, que anteriormente no había mencionado a Uribe en este tipo de conductas delictivas.
“El único objetivo de que traigan a Mancuso a Colombia es darle impunidad a cambio de que me acuse con infamias y maltrate mi honra (...) A mí me parece que es una irresponsabilidad de la JEP, un deseo para afectar mi reputación y procurar que me pongan preso”, afirmó el ex jefe de Estado en la conferencia.
Y habló de las afirmaciones que ha hecho del caso el abogado Miguel Ángel del Río, que junto a la también letrada María Victoria Fallón, asumió la defensa de las víctimas, luego de que pidieran que lo dicho por Mancuso sea incluido en un proceso contra Uribe. Sobre el particular, el exgobernante no tuvo reparos en afirmar que “parecen sacadas de Wikipedia”.
Los crímenes en los que Mancuso inculpa a Uribe
La masacre de El Aro fue cometida por las AUC el 22 de octubre de 1997, en la que fueron asesinadas 17 personas, todas ellas campesinas, mientras que cientos más huyeron de la zona; en un ataque en el que Mancuso señaló que participaron generales del Ejército como Iván Ramírez y Alfonso Manosalva, excomandante de la IV Brigada, que falleció antes de perpetrarse el múltiple asesinato.
Mientras que el crimen de Jesús María Valle Jaramillo fue cometido el 27 de febrero de 1998, en Medellín (Antioquia), por dos hombres y una mujer de la banda criminal La Terraza. En ambos casos, Mancuso involucró al expresidente como hombre que sabía del accionar del grupo armado ilegal, junto a uno de sus secretarios como gobernador de Antioquia, Pedro Juan Moreno.
“Fue Iván Ramírez (general retirado) quien me manda para que organice y coordine la operación que me pide Pedro Juan Moreno, y Pedro Juan Moreno viene a nombre de Uribe. Uribe se ha reunido conmigo, y yo me reuní, el coronel Raúl Suárez, comandante de la Policía de Córdoba me llevó a reunirme a la finca de Uribe, por el gobernador Uribe para aquel momento y Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación del Aro”, dijo Mancuso.
Sobre la diligencia, el abogado Del Río afirmó que podía resumirse de forma simple: “lo mismo de siempre”; al punto que no confía en la Fiscalía, pues el caso está a cargo de Javier Cárdenas: el mismo que pidió preclusión en el proceso contra el expresidente por fraude procesal y manipulación de testigos.
“Siempre con su posición de víctima frente a las genuinas aspiraciones de la representación de víctimas y más allá de eso, no hay más nada que decir con relación a particularidades. Una generalidad sobre lo que siempre ha dicho, que él es un hombre perseguido, que él es un campesino y un hombre que viene del campo, pero obviamente nosotros tenemos claridad de lo que ha pasado aquí”, puntualizó Del Río.