Gracias a las labores operativas de la justicia se logró capturar a una persona vinculada con el secuestro y homicidio de un taxista ocurrido durante el 2004 en el sur de Bogotá, el sujeto relacionado sería responsable de integrar una red delincuencial que le vendía secuestrados a la extinta guerrilla de las Farc.
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Desde la Fiscalía General resaltaron el trabajo realizado en cooperación con la Policía Nacional para poder capturar al hombre identificado como Arnulfo León Camacho. De acuerdo con el ente acusador el sujeto señalado sería “uno de los presuntos responsables del secuestro y homicidio de un taxista, en hechos ocurridos entre mayo y junio de 2004, en Bogotá”.
En la investigación las autoridades lograron establecer que el taxista fue contactado mediante engaños de un presunto negocio para después ser raptado por la estructura criminal de la que formaba parte León Camacho.
“Los elementos de prueba dan cuenta de que la víctima fue citada por un grupo de personas a una iglesia del barrio Restrepo, con el supuesto de realizar un negocio. En medio del engaño, fue trasladada a una cancha de tejo del barrio Fátima, en el sur de la ciudad, donde fue asesinada al día siguiente”, emitieron en un comunicado desde la Fiscalía General.
El cuerpo fue hallado calcinado mes y medio después cerca de una zona deportiva en Muzú. Camacho habría participado en el traslado de la víctima y estaba al tanto de la demanda de 50 millones de pesos hecha a la familia. De acuerdo con la Fiscalía el capturado habría formado “parte de una red delincuencial señalada en su momento de secuestrar indiscriminadamente ciudadanos para vendérselos a las extintas Farc”.
Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales formalizó la vinculación de Camacho a los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado y secuestro extorsivo, aplicándole medida de aseguramiento con detención preventiva en un centro carcelario. Esta medida se basa en la Ley 600 de 2000, perteneciente al anterior sistema penal del país.
Secuestro en Colombia: qué medidas tomar
La rápida acción es primordial frente a un secuestro, para lo cual se debe informar de inmediato a la policía y la Fiscalía General de la Nación. La entidad a cargo, el Grupo Antisecuestro y Antiextorsión (Gaula) de la Policía Nacional, es especialista en el manejo de estos delitos y debe ser contactada sin demora por los afectados. Proporcionar detalles como la descripción de los hechos, identificación de los sospechosos y última ubicación conocida del rehén son pasos fundamentales en el reporte a las autoridades.
En el desarrollo de un caso de secuestro, es crucial para los familiares o allegados establecer un enlace constante con un funcionario asignado por la autoridad competente. Se insiste en no iniciar negociaciones ni efectuar pagos a los captores sin la guía policial o judicial, ya que estos actos pueden comprometer la seguridad de la víctima y el curso de las operaciones de rescate. Seguir las instrucciones de los expertos es esencial para preservar la vida e integridad del secuestrado.
En situaciones donde los afectados son ciudadanos extranjeros, las embajadas y consulados de los países respectivos ofrecen asistencia, brindando un canal de apoyo adicional que puede ser de suma importancia durante estos episodios críticos. La coordinación entre las instituciones nacionales e internacionales es parte del protocolo para salvaguardar los derechos y la seguridad de las personas involucradas en tales circunstancias.
La experiencia alrededor del secuestro constituye un evento altamente traumático que puede acarrear graves secuelas para las personas afectadas y para la estructura misma de las comunidades.