César Andrés Gutiérrez Barrera, patrullero de la Policía Metropolitana de Ibagué, ha sido liberado por vencimiento de términos sin que se dictara sentencia en el caso judicial que lo acusa de violencia intrafamiliar.
Este suceso ha desatado preocupación entre las defensoras de los derechos de las mujeres en Tolima, al considerar esta decisión como un fallo en proporcionar seguridad a víctimas de agresión.
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Estela Gordillo, líder de una organización en defensa de los derechos femeninos, expresó que esta liberación deja ‘libre un agresor’ y critica la lentitud de la justicia en casos de violencia que podrían desembocar en tragedia.
La Red de Mujeres de Ibagué y Tolima ha estado pendiente del caso de Alejandra Gutiérrez que fue víctima de su pareja en un caso de violencia intrafamiliar que ha impactado a la ciudad y al país en general.
El patrullero Gutiérrez Barrera estuvo involucrado en un episodio de agresión contra su pareja, Alejandra Gutiérrez, el pasado 11 de julio en un conjunto residencial de Ibagué. La detención del policía había ocurrido a finales de agosto por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Nacional, acatando una orden judicial.
El incidente investigado por la Fiscalía del Centro de Atención a Víctimas de violencia Intrafamiliar se centra en el relato de Alejandra Gutiérrez, quien sufrió un intento de asesinato por parte del acusado.
El patrullero habría atacado a la mujer con una navaja y durante el altercado, la víctima logró defenderse desarmándolo y, posteriormente, arrojándose desde la ventana de un tercer piso para escapar.
La víctima denunció además sufrir violencia psicológica y ha manifestado sentirse en peligro tras la liberación del agresor, quien cuenta con una orden de alejamiento. Durante el proceso, el acusado no reconoció los cargos imputados.
¿Cómo y cuándo fueron los hechos?
Según las indagaciones, el agresor, en estado de ebriedad, habría atentado contra la vida de la mujer, intentando estrangularla y lesionándola con un arma blanca. “Si no era para él, no era para nadie”, habrían sido las palabras del victimario durante el ataque.
La víctima logró escapar tras un forcejeo arrojándose por una ventana del tercer piso. Incidencias de violencia se habrían intensificado desde el primer mes de convivencia, incluyendo intentos previos de estrangulamiento y violencia psicológica.
En las correspondientes audiencias judiciales, el acusado no reconoció los cargos de violencia imputados por la fiscalía. Mientras tanto, el proceso investigativo continúa, el presunto agresor fue remitido a custodia, hasta casi tres meses después cuando fue dejado en libertad.
Esta acción forma parte de los esfuerzos de las autoridades por abordar y prevenir la violencia intrafamiliar dentro de la jurisdicción. Pero todo parece que no tendrá norte con la investigación, ya que la decisión fue que se archivara el caso por vencimiento de términos y por exceder el tiempo necesario para que se llevara a cabo el proceso.
La violencia intrafamiliar es un delito recurrente que socava la seguridad y la integridad de las mujeres, y situaciones como la liberación del patrullero Gutiérrez Barrera exponen la necesidad de agilizar la justicia en casos de violencia de género para evitar posibles desenlaces fatales. Los colectivos de mujeres seguirán exigiendo respuestas y medidas efectivas para proteger a las víctimas y garantizar que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos.
Hay varias organizaciones y fundaciones que se encargan de controlar y mitigar el impacto que genera la violencia contra la mujer en el país. Aun así, los casos se siguen presentando en el territorio nacional. El trabajo de estos colectivos está basado en fortalecer las leyes en esta materia para evitar que más mujeres sean maltratadas.