La historia del Cristo en una iglesia de Bogotá al que, supuestamente, le crece el cabello

El Señor de la Agonía descansa en un estante de la Iglesia San Francisco, en el corazón de la ciudad

Guardar
Hace décadas llegó a la Iglesia de San Francisco, en donde, permanece hasta el día de hoy - crédito @quinteropfeifer/TikTok

A pesar de hacerse cada vez más comunes los relatos sobre estatuas y figuras religiosas que, según “testigos” se manifiestan “milagrosamente”, no deja de sorprender cada que se conoce una nueva historia, como la del Señor de la Agonía o Cristo de Mayo, que se exhibe desde hace décadas en la Iglesia San Francisco.

“En esta iglesia del centro de Bogotá hay una imagen de Cristo a la que le crece el pelo. Se trata de uno de los misterios más famosos del centro, se encuentra en la Iglesia de San Francisco en plena carrera Séptima”, explicó en uno de sus más recientes videos el creador de contenido Santiago Quintero.

Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.

Su origen, así como qué tan cierto es el mito que gira a su alrededor son desconocidos, pero, si algo es seguro, es que logra movilizar a cientos de personas: “Se le conoce como el señor de la Agonía y es visitado al día, en promedio, por 1.000 personas que se acercan para pedir su favor”.

Todos ellos llegan a San Francisco en busca de ayuda, esperanzados en encontrar un milagro, justamente, en otro. De ahí que, incluso, por su larga cabellera, durante un tiempo fuera considerado como el santo de los calvos.

Al día, cientos de fieles
Al día, cientos de fieles visitan la estatuilla, considerada, por algunos, como milagrosa - crédito @quinteropfeifer

“Fue regalado hace más de 45 años a esta icónica iglesia, según la opinión mayoritaria, aunque, por otro lado, una minoría afirma que la mismísima corona española la trajo a Bogotá en la época de las colonias. Dicen, además, que el pelo es absueltamente natural y que nunca lo han peluqueado”, detalló Quintero.

Y, hace un tiempo, en entrevista para El Tiempo, el padre Pedro Domingo Sanabria, quine vivió durante 20 años en la iglesia de San Francisco, sostuvo: “Claro que le crece el pelo. ¿Qué tiene de raro? Es natural, porque es cabello de verdad y no sintético”.

En la época de las colonias era una practica común la de implantar mechones reales en cabelleras de estatuillas y muñecas. Una posible explicación tras el mito del Cristo de mayo a quien, según se dice, le cortarían el pelo antes de que toque la repisa en la que se encuentra guardado.

“El cristo de la agonía, lo he visto con el pelo largo y corto también”, “A decir verdad, el Cristo de la Agonía o Mayo, tiene el cabello largo y esta así, igual en España y Colombia”, “es una iglesia muy linda y misteriosa”, “Cuando a la imagen le crece más el pelo que a mí”, “He escuchado que le han cortado el cabello y que le vuelve a crecer”, “Lo recordaba con el cabello más largo cuando yo era pequeña”, se lee en algunos de los comentarios de quienes decidieron unirse a la conversación generada por el video en redes sociales.

Video: Semana Santa, una temporada marcada por “milagros” con figurillas

Para no ir tan lejos, el sábado antes de Pascua (2023), la comunidad de Rioblanco (Tolima) registró con sus celulares cómo la estatuilla de la Virgen de los Dolores del Carmen, lloraba en medio de una procesión.

“A la Virgen, se le realizan peregrinaciones desde el pueblo, son más o menos como unos 10 o 15 minutos, subiendo una pequeña ladera o montaña y, hoy, al parecer, en ese recorrido y al hacer el traslado de la virgen las personas que estaban cerca de ella empezaron a ver que del rostro de la imagen de la Dolorosa pues salían lágrimas, entonces fue sorpresivo, la gente empezó a hacer sus expresiones obviamente de fe”, explicó en conversaciones con Blu Radio la alcaldesa Elisabeth Barbosa.

A la capilla que acoge la estatua, llegaron después, decenas de feligreses movidos por el relato fantástico de un supuesto llanto del que, hasta el día de hoy, solo se tienen un video como prueba.

Creyentes aseguran que se trata de un milagro - crédito Cristian Santiago Periodista / Facebook
Guardar