Danilo Rueda habla de su retiro de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz: “Hay que dialogar con los narcotraficantes”

El primer comisionado para la Paz del presidente Gustavo Petro sostiene que dejó los primeros pasos para consolidar la política de paz total

Danilo Rueda excomisionado de Paz del presidente Gustavo Petro - crédito Lina Gasca/Colprensa

Danilo Rueda salió de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz luego de más de un año de trabajo en una de las principales políticas del Gobierno nacional. Asegura que se avanza en conversaciones con varios grupos armados, pero reitera que se debe abrir el diálogo para todos, incluso los narcotraficantes.

Rueda, en diálogo con El Tiempo, señaló que no lo tomó por sorpresa su cambio por Otty Patiño, jefe de la delegación de paz del Gobierno nacional en la mesa de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ya lo había hablado con el presidente, quien le dijo que la decisión se tomaba para darle un nuevo ritmo a la política de paz total.

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“Tengo la frustración de no haber logrado cosas que están por darse. Estamos en conversaciones cuando antes no había nada”, confesó el exfuncionario, quien asegura haber hecho “hasta lo imposible” por consolidar la paz en el país de cara a quienes han padecido las violencias.

Otty Patiño reemplazará en funciones a Danilo Rueda en la Oficina del Alto Comisionado para la Paz - crédito Luis Barron/Europa Press/Contacto

Para el excomisionado, alcanzar mejores niveles de seguridad en el país requiere de ajustes en la política del uso de la fuerza. Así mismo, considera que es necesario que se dialogue con todas las expresiones de violencia para evitar poner en riesgo el estado democrático.

Hay que dialogar con los narcotraficantes y con todos los armados ilegales para su tránsito al Estado de derecho”, señaló Rueda. El exfuncionario considera que es indispensable incluir a las economías ilegales en la propuesta de paz, aunque sin concesiones en el marco constitucional y legal.

Rueda asegura que durante su gestión adelantó contactos con el ‘clan del Golfo’, un grupo armado clave en la estructura narcotraficante que el Gobierno nacional ha tenido en cuenta dentro de la política de paz total desde el inicio y con el que el cese al fuego duró poco más de dos meses.

También aseguró que se hicieron acercamientos con la minería ilegal y otras expresiones criminales, con el fin de alcanzar un desescalamiento del conflicto en zonas prioritarias contra la población civil. Para Rueda no es posible consolidar la paz sin lograr desmantelar las economías ilegales.

“Si el narcotráfico queda excluido de la posibilidad de una conversación para su sometimiento judicial o no hay la transición al Estado de derecho de los grupos de origen o herederos del paramilitarismo, no se va a lograr la paz”, señaló Rueda a El Tiempo.

El excomisionado confía en que la Corte Constitucional mantenga la prórroga de la ley de orden público que es base jurídica de la paz total, “para que el presidente tenga facultades de dialogar con tod o el mundo. Si la paz no es con todos, será inviable”, señala.

Rueda aseguró que el marco jurídico para los diálogos con los grupos narcotraficantes, que cobijaría a otras expresiones violentas sin reconocimiento político, está en construcción. Aunque sostiene que no será una negociación en términos políticos, sino para transición al Estado de derecho.

El alto comisionado para la paz de Colombia, Danilo Rueda, en una fotografía de archivo - crédito Luis Eduardo Noriega A/EFE

El exfuncionario destaca los avances en los diálogos con las Autodefensas Conquistadores de la Sierra que ya nombraron voceros, pero no se ha instalado la mesa. Así mismo, la tregua entre Shottas y Espartanos en Buenaventura, las conversaciones con bandas de Quibdó y el espacio socio jurídico con organizaciones delincuenciales de Medellín y Antioquia.

Aun así, hay críticas a la gestión de Rueda sobre el cumplimiento de los compromisos adquiridos con grupos como el EMC Farc y la frustrada mesa de diálogos que, pese a estar instalada, se encuentra suspendida. Además, el aumento del secuestro en el país y las masacres que según las cifras de organizaciones sociales y la Fiscalía continúan al alza.