La Fiscalía General de la Nación, que ha destacado en los últimos meses por su eficacia en presuntos hechos de corrupción y dineros ilícitos en la campaña del hoy presidente de Colombia, Gustavo Petro, vuelve a ser protagonista, pero esta vez por posibles inconsistencias que se estarían cometiendo desde los altos y medios mandos de la institución investigativa.
Recientemente, el periodista Daniel Coronell en su columna para Cambio, reveló que existiría una posible red de nepotismo, conflictos de interés y presuntas manipulaciones de pruebas que han generado preocupación sobre la integridad y transparencia de la institución.
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La más reciente columna del periodista, que hoy deja en duda la integridad de la institución, señala al fiscal Francisco Barbosa de lograr que se archivara discretamente una denuncia penal contra su propia esposa, Walfa Téllez, quien enfrenta acusaciones de contratar con una empresa que estaba siendo investigada previamente por la Contraloría, donde ella fungía como delegada para el medio ambiente.
Según relata Coronell, la encargada de realizar esta maniobra, que dejaría libre de investigaciones a la esposa del fiscal general, sería la vicefiscal Martha Mancera, la misma que ha sido noticia en las últimas semanas por varios escándalos que estarían relacionados con el encubrimiento de actividades ilícitas en Buenaventura, por parte de un miembro de la institución
Además, Mancera también enfrenta acusaciones de favorecer a su hermano, Alexander Suárez Mancera, quien fue ascendido en la Fiscalía poco después de la llegada de la vicefiscal a su cargo.
Pero Suárez no sería el único beneficiado con el poder de Mancera dentro de la institución. Según reveló Coronell, otro punto de controversia es la designación de María Elena Monsalve, compañera sentimental de la vicefiscal, como directora especializada contra el narcotráfico.
Pero la ficha que hoy la tiene ante el escarnio público estaría relacionada con su mano derecha, Luisa Obando Guerrero, quien es la directora de Seguridad Territorial y que habría conseguido que se nombrara a su hermana, Lina Obando, casualmente como investigadora adjunta al despacho de la vicefiscal Mancera, poco tiempo después de su llegada a la institución.
Como si se tratara de una gran empresa familiar, se conoció que Luisa Obando mantiene una relación sentimental con el jefe de investigaciones de la Fiscalía Delegada para la Seguridad Territorial, la misma dependencia de la que ella es directora.
Se trata del agente del CTI Víctor Manuel Forero, a quien se le conoció recientemente unos polémicos audios en los que presuntamente estaría presionando a otros agentes para modificar sus testimonios y proteger a Francisco Javier Martínez Ardila, jefe del CTI en Buenaventura, en casos relacionados con narcotráfico y tráfico de armas.
Según señalan las pruebas iniciales, los agentes encubiertos, Pablo Bolaños y Fabio González, que denunciaron las posibles irregularidades en primera instancia ante la vicefiscal y después públicamente sobre el actuar irregular de ‘Pacho’ Martínez, fueron merecedores de una visita del jefe de investigaciones Víctor Forero, con el fin de presionarlos para que cambiaran su declaración sobre el jefe del CTI en Buenaventura.
“Revisando la entrevista que usted le dio a Camilo: Uno, pues yo considero y quisiéramos contar con su autorización para modificarla en el sentido de eliminar el pedazo que tiene que ver con ese muchacho”, se escucha decir a Forero en el audio revelado recientemente.
Sin embargo, en las últimas horas fue revelado un nuevo audio de la conversación entre Forero y el agente Fabio González, en el que se escucharía la voz de Pacho Martínez y que comprobaría su participación en negocios ilícitos en Buenaventura.
En la conversación, González le contaría sobre el caso de un presunto delincuente que tendría contacto directo con Francisco Martínez para adelantar maniobras ilegales en el puerto de Buenaventura. “Cuando empezamos a hablar de Wito, de todo, cuando él me dice lo de Pacho ¿De Buenaventura? Me dice “Sí, Buenaventura. Él es el jefe de allá. Fabio, ese man tiene todo. Ese man dice que me saca la gente del puerto””, se escucha la conversación revelada por Cambio.
Sin embargo, la ineficiencia en la investigación contra Martínez Ardila es evidente, ya que sigue al frente del CTI de Buenaventura sin enfrentar consecuencias, mientras que los agentes que lo denunciaron son los que están bajo la mira judicial. Según se conoce, los dos agentes encubiertos ahora enfrentan cargos de falsedad, fraude procesal y concierto para delinquir, a pesar de alegar que cumplían con una misión encubierta encomendada por la misma Fiscalía.