El ingenio de algunos criminales no parece tener limites. Cuenta de ello es el testimonio del creador de contenido bogotano Felipe Zuluaga, a quien habrían intentado robar mientas conducía su bicicleta por el norte de Bogotá.
“A mí esto sí me da mucha rabia. Se supone que en el lugar en el que vivimos deberíamos poder estar bien y tranquilos. Que tristeza que tengamos que vivir en desconfianza y siempre mirando encima del hombro para cuidarnos”, comentó en la descripción de su vídeo denuncia, compartido a través d el plataforma TikTok, en donde tiene más de 40.000 seguidores.
Y es que, los delincuentes ni siquiera necesitaron que se detuviera para tomar sus pertenencias, pues, andando, se acercaron a él para tomar lo que pudieran de sus bolsillos, en lo que, de momento cataloga como una “nueva modalidad de robo en Bogotá. Eran más o menos las 11:30 de la mañana cuando estaba llegando a la carrera 19 con 103, en el norte de la ciudad. Tengan mucho cuidado con esta calle porque siento que ahí ya los ladrones saben que pasa mucha gente en bicicleta y están mirando a quién le pueden hacer el daño”.
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Actuaron con tal agilidad que ni siquiera Felipe se dio cuenta de lo que estaba sucediendo: “Iba bastante tranquilo por la calle y me pasaron dos motocicletas, una a la derecha y otra a la izquierda. Lo primero que pensé fue que me estaban adelantando, nada más. Pero, la motocicleta de la derecha estaba muy cerca, cuando empecé a sentir que me metieron la mano en el bolsillo”.
Tenía puesto un hoodie o buso con capota, con un único bolsillo en la parte del abdomen, que, como es usual en este tipo de prendas, lleva bolsillo de lado y lado. De ahí la actuación doble de la banda delincuencial.
“Cuando uno siente que se va a caer algo del bolsillo, por reflejo, simplemente uno pone la mano ahí, pero cuando yo hice eso me encontré con la mano del ladrón, de la rata”. El celular cayó al suelo, pero, por suerte, no se rompió ni sufrió otros daños.
Caso contrario al de Felipe que, utilizó ambos frenos y terminó cayendo al suelo: “Me caí, di dos botes en el aire y caí sobre la parte izquierda de mi cuerpo. Realmente eso no es tan importante, pero que rabia y que tristeza que uno no pueda vivir tranquilo en esta ciudad”, lamentó.
El golpe fue de tal magnitud que, tras la caída, los zapatos volaron de sus pies, pero no le quedó de otra que mantenerse tendido en el suelo, esperando lo peor:
“El problema de todo esto es que no eran simplemente dos motocicletas las que me estaban intentado robar. Había una tercera motocicleta en la cuadra de adelante y, realmente, yo no podía hacer nada, era solamente una persona contra tres ladrones... cuatro, de hecho, porque en una de las motos iban dos personas”.
Por suerte, atrás de ellos iban algunos vehículos que, tan pronto como observaron su caída se detuvieron para auxiliarlo, después del mal momento que lo hicieron pasar los delincuentes:
“Fui muy de buenas. El carro de atrás paró a ver qué estaba pasando. Yo creo que la escena, desde atrás, debió haber parecido una película de acción porque estaba en el centro y tenía dos motocicletas a los lados. Acto seguido, se cae el celular, yo me caigo, doy dos botes, me golpeo un montón, las motos salen voladas hacia la carrera 19 y nadie en la 19 se da cuenta que eran ladrones, pero los carros que estaba atrás si se dieron cuenta y por eso se detuvieron”.