Previo a los acuerdos de cese al fuego bilateral entre el ELN y el Gobierno nacional el grupo guerrillero perpetró varios atentados contra la Fuerza Pública y la población civil. Uno de ellos fue el 24 de mayo en Tibú (Norte de Santander), donde fue activada una carga explosiva al paso de una patrulla de la Policía, dejando dos uniformados y una civil muertos, así como 12 personas heridas entre policías y civiles.
Tras el hecho, las autoridades iniciaron exhaustivas investigaciones para dar con los responsables del atentado terrorista e identificaron al explosivista como Silverio Contreras, alias Chiqui, como el autor intelectual del ataque explosivo.
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Tras meses de seguimientos e indagaciones por parte de la inteligencia policial fue detenido el peligroso guerrillero en medio de un mega operativo que contó con la participación del CTI de la Fiscalía y efectivos del Comando de Operaciones Especiales y Antiterrorismo (Copes).
El criminal fue capturado a principios de noviembre; sin embargo, hasta ahora fue que se conocieron detalles de su captura, en la que se usaron unidades de vigilancia aérea y una tanqueta blindada de la Policía para evitar que subversivos al servicio del ELN intentaran rescatar al explosivista.
Las investigaciones determinaron que alias Chiqui recibió apoyo de su compañera sentimental: Davis Andreina Castilla Cubillán, alias Deilys, una mujer venezolana al servicio del ELN que había sido capturada días después del atentado.
Con la captura de Deilys, alias Chiqui se había dedicado a huir de las autoridades y habría bajado la guardia debido a las negociaciones de paz del ELN con el Gobierno nacional; sin embargo, las autoridades continuaron con la exhaustiva búsqueda del criminal hasta que dieron con su captura.
“Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales presentó a Silverio Contreras ante un juez de control de garantías y le imputó los delitos de rebelión, terrorismo, homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; y daño en bien ajeno”, señaló la Fiscalía en su momento.
Cayeron más terroristas
La Fiscalía dio a conocer la captura y judicialización de otros tres guerrilleros del ELN señalados hacer parte del autodenominado Frente de Guerra Urbano Nacional que perpetró otro atentado el 5 de julio en Bucaramanga (Santander), en el que resultaron 14 policías heridos y cuantiosos daños materiales.
“De acuerdo con los elementos de prueba, estas personas, al parecer, transportaron el explosivo en un vehículo a un lugar boscoso. En este punto, presuntamente, armaron una carreta, ocultaron el artefacto entre costales y lo llevaron a la estación de policía del norte, donde lo ubicaron entre las motocicletas de los uniformados y activaron de forma remota a la 1:55 p. m.”, indicó el ente acusador.
Los judicializados fueron identificados como Alba Jackeline Lizarazo Otero, Diego Armando Miranda Lizarazo y Heyder Yesid Beltrán Gómez, a quienes les incautaron dos computadores portátiles, celulares, documentos, $52.800.000 en efectivo y el carro que, al parecer, fue usado en la planeación del ataque.
“Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales imputó a los detenidos los delitos de terrorismo agravado y rebelión. Los procesados no aceptaron los cargos y deberán cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario”, concluyó la Fiscalía.
Con las tres últimas capturas se lograron cinco aprehensiones de operadores logísticos del ELN en atentados con explosivos contra la Fuerza Pública.
Entre tanto, el grupo guerrillero y el Gobierno nacional se reunirán el jueves 30 de noviembre en México para tratar de estabilizar el proceso de paz luego del secuestro del papá de Luis Díaz y la salida de Danilo Rueda de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.