EE.UU. sancionó al exgeneral Jesús Armando Arias Cabrales por la toma del Palacio de Justicia: ni el oficial ni su familia podrán ingresar a ese país

Washington le retiró la visa al exgeneral colombiano y a su esposa e hijos

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Al general (r) Jesús Armando
Al general (r) Jesús Armando Arias Cabrales se le habría retirado la visa por el rol que cumplió en la toma del Palacio de Justicia en 1985 - crédito JEP

En la mañana del viernes 24 de noviembre, Estados Unidos retiró las visas del exgeneral colombiano Jesús Armando Arias Cabrales, su esposa e hijos, por el rol del militar en la retoma del Palacio de Justicia en 1985.

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La decisión se dio a conocer a través de un comunicado del portavoz del departamento de Estado, Mattew Miller. En el documento se indica que la remoción de la visa es producto de su participación en la violación de derechos humanos. Según el texto fue “una grave violación de los Derechos Humanos” durante la toma del Palacio y, por eso, fue condenado a 35 años de prisión en Colombia.

Así como Arias Cabrales, han sido incluidos en la ‘lista negra’ de Estados Unidos su esposa Martha Paulina Isaza de Arias y a sus hijos Francisco Armando Arias Isaza y Martha Lucía Arias Isaza.

“Estados Unidos apoya firmemente el acuerdo de paz de 2016 de Colombia y se suma al pueblo colombiano en la conmemoración de su séptimo aniversario. Estados Unidos felicita a Colombia por este aniversario y valoramos sus continuos logros hasta el momento”, señala el comunicado del Departamento de Estado.

El ex general Arias Cabrales
El ex general Arias Cabrales fue condenado a 35 años de prisión por su actuación en los hechos ocurrido en el Palacio de Justicia - crédito Colprensa

La operación militar dejó un centenar de muertos, entre ellos una docena de jueces del Tribunal Supremo, seis guerrilleros desaparecidos. En mayo de 2020, fue puesto en libertad condicional tras someterse a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), organismo del que fue expulsado en agosto por no colaborar.

Insiste en que es inocente

Luego de varios años, el general (r) Jesús Armando Arias Cabrales, excomandante del Ejército, habló con la revista Semana sobre su condena de 35 años de cárcel por la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19. El militar se refirió con ironía sobre la buena suerte que acompañó a varios ex miembros del grupo armado mientras él responde ante la ley.

Arias, de 86 años, quien fue condenado por tortura, ejecución y desaparición forzada, sigue asegurando que es inocente y que las personas que resultaron calcinadas por el incendio de 1985, no pudieron ser identificadas porque para entonces no se contaba con los medios suficientes para identificar los cadáveres, razón por la que señala que es un “chivo expiatorio de estas circunstancias. Pero a través de las investigaciones posteriores se ha venido esclareciendo que de las 13 personas que inicialmente se mencionaban como desaparecidas han venido apareciendo”, le dijo el militar a ese medio de comunicación.

Los familiares de los desaparecidos
Los familiares de los desaparecidos en el Palacio celebraron la expulsión de Arias de la JEP - crédito archivo Infobae

Con respecto a lo que llevó al trágico incidente, el ex general dice que en ese entonces querían “hacer algo similar a la toma de la Embajada de la República Dominicana. Sin embargo, el presidente de la república, Belisario Betancur, al ver esa acción del asalto al Palacio de Justicia y de la toma de rehenes en alianza con el narcotráfico, no dudó después de consultar, inclusive, con los expresidentes y con sus ministros que la única acción que le quedaba abierta en ese momento era el rescate con el empleo de la fuerza pública”.

Frente a cómo se siente al verse en la cárcel, mientras miembros del M-19 ocupan cargos en la política, le dijo a Semana que: “Después de la toma al Palacio de Justicia, vino una magnanimidad por parte del presidente Betancur que fue confirmada por su sucesor, el presidente Barco, para que el M-19 se reincorporara a la vida civil”.

“Así llegaron a ministerios, gobernaciones, alcaldías, etcétera; entonces, que ese sea un motivo para pensar que el resto de grupos subversivos que hoy en día persisten en sus acciones violentas se reincorporen realmente de corazón a la vida civil y a los acatamientos de una sociedad democrática, como lo establece nuestra Constitución”, añade Arias Cabrales a la revista.

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