La familia de Jorge Enrique Pizano, excontroller de la Ruta del Sol II que denunció los casos de corrupción cuando ejerció su cargo, sigue en la lucha para que la Fiscalía no precluya el caso, ante la teoría de que el exfuncionario no murió por causas naturales, sino que se trató de un homicidio.
A propósito del caso, su hija Juanita Pizano expresó a W Radio que el caso de su papá tiene serias inconsistencias desde la propia Fiscalía, cuyo trabajo calificó como “muy pobre”:
“La Fiscalía ha hecho un trabajo muy pobre, en intentar precluir el caso. Sus argumentos son bastante débiles y las razones principales son primero, que hay una falta muy grave en la línea argumentativa de la Fiscalía, porque la conclusión es que en el cuerpo de mi papá no había cianuro y, sin embargo, como bien lo dicen las capturas de pantalla que mostró Miguel Andel en la audiencia, lo único cierto es que en los tejidos a los que le hicieron estas pruebas no son los adecuados para establecer si había cianuro o no en el cuerpo de mi papá antes de su muerte”.
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En segundo lugar, según la hija de Pizano, los elementos materiales probatorios que se hallaban en el lugar de los hechos “no tuvieron una debida cadena de custodia”:
“No sabemos exactamente qué pasó con la botella, parece que se cambió la botella, no tenemos claridad. No sabemos qué pasó con nuestros celulares, con nuestros computadores, con la información que estaba ahí. Parece ser que cuando estuvo en manos de la Fiscalía, bastante información fue eliminada y adicionalmente no hubo registro por parte de la Fiscalía del iPad de mi papá que personalmente tuvo Néstor Humberto Martínez en sus manos”, enfatizó Juanita Pizano al medio citado.
La hija del excontroller, fallecido el 8 de noviembre de 2018 en su casa de campo en Subachoque, agregó que se sintieron vulnerables por el proceder de la Fiscalía en el caso de su papá:
“En resumidas cuentas, estas pruebas son ilegales, no siguieron los procedimientos establecidos por la ley (...) violaron todos nuestros derechos fundamentales y constitucionales, nuestro derecho a la verdad, pasaron por encima de nosotros. Nos pisotearon literalmente” declaro Juanita, que también agregó que las “instituciones colombianas no tiene interés en esclarecer esto”.
Las pruebas presentadas por Miguel Ángel del Río a la Fiscalía
En la audiencia realizada el viernes 24 de noviembre de 2023, la defensa de la familia de Jorge Enrique Pizano, Miguel Ángel del Río, presentó las razones por los que solicitan que no precluya el caso.
Del Río trató de desvirtuar el argumento de la Fiscalía en el que afirman que la muerte de Pizano fue por un infarto que se pudo dar a raíz del cáncer linfático que padecía.
“En el folio 2 establece que el día primero de julio de 2017, Jorge Enrique Pizano se sometió a una cirugía general, donde se advierte la recepción del tumor retroperitoneal, con disección de estructuras vasculares. Eso, su señoría, no es otra cosa que la extirpación del tumor, que establece en su momento la Fiscalía General de la Nación. Significa lo anterior, su señoría, que para el año 2018, el desarrollo del cáncer linfático, que sí tenía Jorge Enrique Pizano, no estaba activado, porque había sido intervenido”, aseveró Del Río.
Durante la diligencia, el abogado de las víctimas presentó evidencia que sugiere la intervención de terceros en las muertes de Pizano y su hijo Alejandro. Entre la evidencia se encuentran dictámenes forenses, testimonios y conversaciones del ingeniero con los periodistas María Jimena Dusán, Darcy Quinn e Iván Serrano; y con su hijo Alejando, que presuntamente habrían sido manipuladas.
Del Río argumentó que se habrían eliminado deliberadamente conversaciones del chat de WhatsApp de Pizano, así como archivos de su iPad. Además, se destacaron las sospechas sobre personas recientemente empleadas por la familia.
En abogado defensor recalcó en que la Fiscalía no tenía ningún interés en resolver el caso, pues en las entrevistas realizadas a algunos testigos y trabajadores de la familia Pizano no se hicieron preguntas vitales para el desarrollo de la investigación.
“La Fiscalía tenía un cronograma establecido, era decir, Jorge Enrique Pizano se murió de un infarto y finalmente la muerte accidental del joven Alejandro se debe precisamente a la intervención del padre, pues simplemente se cierra la investigación. Sencillo, pero no es así, las cosas se deben llevar hasta el final”, argumentó.
Por último, Del Río reveló las inconsistencias encontradas en la botella de agua mineral -que presuntamente tenía el lote de fabricación borrado-, en la cual se encontraba cianuro, por lo que habría terminado en el envenenamiento de Jorge Enrique Pizano y de su hijo, asegurando que dicho elemento no tenía huellas, ni rastros de ADN de Alejandro Pizano, pero sí estaban las de su padre.
“Significa que Jorge Pizano tomó de la botella o antes de mezclar el cianuro, cosa que sería absurda porque después lo que hizo fue irse a afeitar o lo tomó después cuando alguna mano criminal puso el cianuro en la botella, pero entonces como podemos explicar que en la boca de la botella no este el ADN de Alejandro que muere precisamente a causa de esto”, explicó Del Río.